A finales de la semana pasada, cialis la Asamblea Legislativa aprobó, con más de 50 votos, crear dos comisiones para iniciar el proceso e investigar si los diputados Ana Vilma de Escobar y Roberto d´Abuisson cometieron los delitos de difamación y calumnia, según denuncia del Presidente Mauricio Funes.
Las comisiones de antejuicio quedaron integradas por nueve legisladores cada una, y que tienen como presidentes a los legisladores Jackeline Rivera y Mario Tenorio, del FMLN y GANA, quienes, en término de dos meses, deberán presentar un informe.
El Presidente Funes pidió a la Asamblea Legislativa la apertura de un antejuicio contra la parlamentaria de De Escobar por los delitos de “calumnia” y “difamación”, por haber afirmado que Funes “no pudo ser intervenido de inmediato (en un hospital privado) debido a los niveles de alcohol y otras sustancias que había consumido” antes de accidentarse un vehículo Ferrari, en marzo pasado, en la colonia Escalón, al norponiente de San Salvador, en el que supuestamente viajaba el mandatario.
Mientras que a d´Aubuisson, porque afirmó en una entrevista televisiva que tras el percance vial “lo vimos (a Funes) inflamado de la cara (…) pero la cadera, eso solamente pasa, discúlpeme, según lo que hemos investigado, eso únicamente pasa por un accidente de vehículo”. “Estamos hablando de un caso inaudito en la ciencia médica, una persona de cincuenta años que goza de excelente salud se deshace la cadera y tienen que hacerle implante de cadera por una caída desde una altura (…)”.
Tal como lo hemos dejado planteado en un editorial anterior, los diputados y las diputadas son los primeros obligados a respetar la ley, de ahí que, la formación de las comisiones para que investiguen si los De Escobar y d´Abuisson cometieron los delitos de calumnia y difamación, es lo menos que se podía esperar.
Y es que la difamación y la calumnia son contemplados en los códigos penales salvadoreño, por lo que, siendo así, los diputados no deben cometer ese delito, amparados en su fuero legislativo.
Creemos que la Asamblea debe dar un ejemplo, desaforando a los dos diputados, para que el ciudadano presidente pueda acudir a los tribunales comunes a denunciarlos por los delitos ya mencionados.
Los diputados, no todos por supuesto, creen que son intocables por la justicia, pues tienen una concepción errónea del fuero diputadil, que si bien es necesario para ellos y ellas, eso no les da cheque en blanco para que cometan los delitos de calumnia o difamación.
Con los comentarios que los diputados vertieron en los medios de Comunicación sobre el accidente del Ferrari y relacionarlo con el Presidente Funes, realmente mancharon su nombre.
Esperemos que, los diputados hagan bien su trabajo en las comisiones y que la justicia cumpla con la suyo, para que en El Salvador comencemos a vivir en democracia, y respetuosos de la ley.