César Ramírez
@caralvasalvador
En el siglo pasado durante las dictaduras militares el Estado policial imponía el silencio a fuerza del asesinato, nurse la tortura, view la desaparición de todos los ciudadanos con aspiraciones democráticas etc. durante el conflicto civil las expresiones elementales como los derechos humanos fueron calificadas de “expresiones comunistas”, capsule todos los llamados al diálogo e incluso las plegarias no sirvieron de nada hasta que las armas otorgaron a las fuerzas beligerantes un sitio para la paz; se debe destacar que algunos exmilitares que ahora lloran por los acuerdos de paz e incluso los descalifican, fueron incapaces de ganar la guerra y eliminar en los campos de batalla a sus enemigos, esa incapacidad no elimina su voz llena de odio por la democracia que se impone día con día; así: primero el silencio policial, luego la represión a las expresiones populares, finalmente después de la guerra a nadie se le persigue por su opinión, excepto que los espacios están limitados a intereses de poder. Veinte años de ejercicio democrático han construido espacios de expresión a pesar de los medios de comunicación social derechistas. La cultura de comunicación social ha sufrido grandes cambios promovidos por la fuerza de los capitales emergentes – ocupo éste término para diferenciarlo del capital oligárquico- la inversión de éstos capitales se inicia en radios y canales de televisión privada que no responden a la línea ideológica y orgánica de la derecha en el poder, en esta confrontación silenciosa las empresas “progresistas” enfrentan el cerco económico que les niega el soporte de las franjas de publicidad gubernamental por medio de licitaciones amañadas, tráfico de influencias, información privilegiada y todo el arsenal de la inteligencia del peculado con las regalías a terceros, esa lucha desigual fue: capital oligárquico versus capital emergente, que concluyó en crisis cuando se inició la ruptura del “monopolio del negocio Estado-Empresa Privada”, en el momento de perder las elecciones en 2009. Esas administraciones derechistas connotaron un lance sorpresivo, cuando los capitales emergente especialmente en el espectro radio eléctrico e industrial, deciden ampliar sus negocios internos y regionales, en franca rebelión a la oligarquía, por lo tanto se dividen dramáticamente favoreciendo nuevas alianzas capitalistas; las comunicaciones dan un giro dramático, la opinión publica abandona el temor al fantasma del comunismo, a la imagen de Fidel Castro, a la invasión de Hugo Chávez y fantasma del llamado Socialismo XXI… seis años después la derecha persiste en manipular a la opinión pública con los mismos infundios del pasado, excepto que ahora usa escuadrones de presión terroristas, acciones de grupos irregulares, impulsan el Golpe de Estado desarmado, bloquean los bonos del Estado para financiar a la Seguridad Nacional, etc., su objetivo es retornar al poder, así observamos que comunican a la nación y al mundo que solo ellos puede salvar a la nación… como si el mundo desea regresar a la edad de piedra.
Después de todo, las comunicaciones también deben externar la esperanza por una nación diferente, sin actos terroristas, asesinatos de soldados, policías o niños y niñas que van a sus escuelas.
www.cesarramirezcaralva.com