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El domingo pasado, un poco más del 50 % de la militancia del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, acudieron a votar para elegir a las nuevas autoridades del mayoritario partido de izquierda de El Salvador, para elegir al secretario general, autoridades nacionales, departamentales y locales, entre otros.
Por voluntad del más del 50 % de los que acudieron a votar, el ganador fue el experimentado exguerrillero y exvicepresidente de la República, Oscar Ortiz, a quien desde este espacio le deseamos éxitos en sus futuras funciones al frente del principal partido de izquierda del país.
Es necesario, en primer lugar, que Oscar Ortiz, haga una lectura muy cuidadosa y profunda de los resultados electorales, dado que, en primer lugar, solo el 55 % de la militancia (39 mil afiliados) acudieron a votar.
En segundo lugar, que fueron pocos los votos en relación a su principal “rival”, que lo llevaron al triunfo. Es decir, Ortiz debe tomar en cuenta y respetar a los más de nueve mil militantes que votaron por Arístides Valencia, lo que en términos de voto el partido quedó dividido.
El principal reto de Ortiz, en ese sentido, es demostrar en el discurso y la praxis que será el Secretario General de todos y todas las efemelenistas, no de quienes votaron por él. Es decir, Ortiz tiene la obligación inmediata unir al partido.
Esa unión, pasa por un lado de respetar lo más fundamental de los principios del partido, es decir, su carácter revolucionario y socialista. Pero, también de buscar el mecanismo más idóneo para ir configurando una política de alianzas para atraer, en primer lugar, a los y las militantes o votantes del FMLN que por la circunstancias que por hoy no es necesario recordar, se fueron por Nuevas Ideas, por el ahora Presidente Nayib Bukele.
En segundo lugar, las alianzas con otros partidos de cara a los procesos electorales próximos.
Finalmente, definir una estrategia para acercarse o atraer la confianza del pueblo, que abandonó al FMLN en las elecciones el 3 de febrero. Esto parecerá difícil, sin embargo, la tarea es fácil, luego de los errores que está cometiendo el Presidente de la República, y que ya la gente comienza a percibir.
La tarea es ardua, pero el FMLN tiene 60 años, sino es que más de lucha política y revolucionaria.
Le recomendamos a Ortiz, buscar asesores con sapiencia política, y no aduladores, de lo contrario irá al fracaso.
