(por Carlos Bucio Borja)
Para Aurora del Mar, here los Mártires Jesuitas y Ana Elba y Celina Ramos
I. De las curvaturas, la densidad y la edad del Universo… Los cosmólogos más avanzados especulan que el universo podría tener una curvatura positiva (? > 1), una curvatura negativa (? < 1), o una curvatura plana (? = 1)… La densidad de Nuestro Universo —de este Universo, cuya edad es de 13 mil 800 millones de años —un poco más, un poco menos— se originó en la infinidad de un micro micro instante —o al menos así lo he soñado infinidad de veces dentro de la infinidad de una infinidad de sueños—… La densidad de Nuestro Universo ha sido posible determinar gracias a las navegaciones de Albert Einstein, cuyo encuentro con las ondas gravitacionales —recién confirmadas— nos ayudó a determinar que nuestro Universo es 70 % energía oscura; 26 % materia oscura; 4 % materia visible; y nosotros y nosotras tan solo el infinito del todo y la nada…
II. Lo que no observamos y las quimeras… Algunas regiones de nuestro universo están tan alejadas que la luz emanada por la Gran Explosión original no ha tenido el tiempo ni la velocidad suficientes para rozar nuestros poros —excepto nuestros sueños y las aventuras de sabios y poetas y los números que sabemos y que no sabemos… Así, esa luz y esas quimeras son también parte de la sonrisa oculta de nuestro Universo…
III. Yo recuerdo mis propios inventarios y que una vez más he despertado en un sueño y nuevamente me dispongo a navegar las espirales, las burbujas y los laberintos…
IV. —¿Qué son los laberintos, ¿qué son los sueños?…, ¿cuál es la edad del Universo?… —me preguntas con el candor de quien inicia una caminata al infinito…
V. Ha amanecido en el mar de los recuerdos, los deseos y los momentos… Los déjà vu —aún los olvidados— se han impuesto también en nuestros poros, cada quien en su mundo y su universo paralelo, aún en nuestros encuentros —los conocidos y los secretos…
Mi amigo el Filósofo me sonríe con su lengua por fuera, mientras una joven hija del Sol se sienta a mi par en un vagón de un tren que me conduce de la estación de Bathurst a la estación de Dundas West y me pregunta por el spaniel americano… Y por mis sueños…
VI. Sueños y Nombres… Cuenta una ancestral historia, anterior a nuestros tiempos y nuestras lenguas, que cuando alguien exhala su último suspiro una supernova nace allende el infinito —yo en mis sueños he visto vuestra luz y vuestros nombres… en otros umbrales del cosmos y en otros universos…
Cuenta la misma leyenda que tal albor le es negada a quienes recorrieron la senda de los sicarios y la perfidia…