Madrid/dpa
De Lionel Messi a Luis Enrique, check la hinchada del Barcelona busca responsables de una crisis que impidió al campeón de Europa revalidar su título y que cuestiona sus opciones en la recta final de la temporada.
Quién lo iba a decir hace sólo dos meses, cuando el conjunto azulgrana era un huracán que arrasaba a cualquier enemigo que encontraba en su camino. El reto estaba claro: convertirse en el primer equipo en lograr dos tripletes consecutivos. Pero el castillo se cayó.
El Atlético de Madrid eliminó el miércoles al Barcelona en los cuartos de final de la Liga de Campeones al ganar por 2-0 a un rival que en la primera parte ofreció una versión idéntica a la mostrada en el último mes. Y en la segunda mitad, cuando dominó, le faltó un plan.
Ahora la afición azulgrana disecciona al equipo para encontrar una explicación al hundimiento y con el objetivo de reflotar una nave que todavía opta al doblete. Es líder de la Liga española con tres puntos sobre el Atlético y cuatro sobre el Real Madrid a seis jornadas para el final. Y también es finalista de la Copa del rey.
Sus opciones son máximas y un doblete supondría cumplir una campaña excelente. Lo que sucede es que el desplome es tan inesperado que las dudas son inevitables.
Es lo que transmitió su entrenador, Luis Enrique, cuando al final del partido ante el Atlético le preguntaron su temía por lo que resta de temporada. “Sí, claramente”, fue su respuesta.
Precisamente, buena parte de los análisis se centran en criticar a un entrenador que la pasada temporada llevó al equipo al triplete. Lo acusan de falta de soluciones, de “pervertir” el clásico modelo azulgrana de fútbol de toque, de alejarse de la esencia.
“Un entrenador que transmitía hasta hace poco una energía formidable y se caracterizaba por su intervencionismo se ha convertido en un técnico rígido sin margen de maniobra para cambiar, y mucho menos para alinear”, opinó “Sport”.
Otra de las teorías es el nivel físico del equipo. El central Gerard Piqué lo negó y lo argumentó señalando que ante el Atlético de Madrid su conjunto dominó claramente la segunda parte, concluyendo el choque en un asedio. La estadística entra en el debate al anunciar que los jugadores del Atlético recorrieron 12 kilómetros más que los azulgranas.
En ese apartado, cobra especial singularidad el rendimiento de su estrella. “¿Qué te pasa, Messi?”, se preguntó “Sport”.
El astro lleva cinco partidos con el Barcelona sin goles ni asistencias. Es decir: el Balón de Oro se convirtió en un futbolista irrelevante para su equipo durante el último mes después de un inicio de 2016 fulgurante.
La “Cadena Cope” y “Marca” aseguraron que el argentino lleva un mes jugando con problemas musculares. Ante el Atlético, se tocó repetidamente la parte superior del muslo de la pierna derecha.
En tiempos donde el colectivo no funciona, las estrellas dejaron huérfano al equipo. Incluido Neymar, cuyo rendimiento también se desplomó desde su viaje para jugar con Brasil. Entonces, trascendieron imágenes de una fiesta en la que participó y que hoy, al amparo de la derrota y de sus negociaciones para la renovación, se recuerda.
“Hay un problema anímico y de fútbol, simplificado en la figura de Messi, cuya melancolía resulta contagiosa, especialmente en jugadores vitales como Neymar o fríos como Busquets. Los partidos decisivos precisan de talento y las figuras no aparecieron ante un rival enfebrecido como el Atlético”, explicó “El País”.
Al tiempo, se revelaron las carencias de un plantel en el que apenas hay rotaciones -uno de los principios irrenunciables de Luis Enrique a su llegada- y donde los titulares no tienen competencia, pues los fichajes de Arda Turan y Aleix Vidal cumplieron un papel completamente irrelevante.
Por las razones que fueran, lo innegable -hasta para su entrenador- es que el Barcelona está en problemas porque su fútbol, su capacidad para generar juego, cayó en picado. “El Barça de la circulación rápida de la pelota, de la intimidación ofensiva, de la presión para robar rápido, el Barça campeón, no se presentó en el Calderón”, reconoció “Mundo Deportivo”.
Ahora la cuestión es ver si Luis Enrique es capaz de detectar los errores y poner remedio. Tiene un mes por delante para detener la caída y finalizar la temporada con un doblete que sería un éxito, por más que la decepción se haya apoderado de su hinchada en las horas posteriores a su eliminación continental.