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De princeso a reina

Nelson López*
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Los súbditos corrían de un lado a otro esperando el éxito de la monarquía y pidiendo a la plebe que aprovecharan las anulaciones para que ascendiera al trono con todas las de ley ¡el princeso! que había prometido que les daría lo merecido, porque merecían más.

Los plebeyos, felices con sus piezas de pollo mientras masticaban hasta los quebradizos huesos empanizados, añoraban que les diera su merecido con cerros y volcanes que en buen castellano se les dice promontorios para elevar al princeso a reina en el preciso momento, y reventar en algarabía.

Y no tardarían mucho en ver sus sueños convertidos en realidad, cuando a puras penas iniciaban las fiestas patronales de los religiosos, la dulce voz del princeso resonaba con el eco de sus pregoneros que con bombos y platillos anunciaban que se desprendía de los innecesarios esclavos y eunucos.

Los volcanes de basura aparecían por doquier, la felicidad hasta de los cerdos era notoria cuando genuflexos bajaban sus enormes cachetes hasta dejar estirada su gruesa nuca en reverencia a la reina que haciendo ojitos les lanzaba despreciables miradas como diciéndoles ¡suficiente! ¡Eso merecen sucios cerdos de la real porqueriza!

La plebe no alcanzaba a creer que la reina de la basura fuera tan cruel y así como por decreto les condenara a pagar más y elevados impuestos para incrementar sus tesoros y enviar a su primer regidor o súbdito de gran confianza a guardar las ganancias o a lavarlas a Las Bahamas.

Algunos rebeldes se negaron a continuar incrementando los tesoros de la reina pero muchos estaban dispuestos a seguir con la cabeza gacha como los chanchos, que gritan hasta cuando los tienen colgados y sangrando para preparar la moronga.

De pronto la reina malvada se aburrió y con sus propios emisarios hizo saber que la empresa privada se haría cargo de la basura, aunque con su melodiosa voz replicara que los tecleños merecían más basura y que como en una ciudad de primer mundo los recolectores de desechos pasarían a la hora en que la realeza hizo pacto con el diablo… a la media noche.

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