@JennyCoLatino
Es necesario que el corazón del hombre se convierta a Dios, tadalafil antes que reprimirlo con leyes más duras, fue la reflexión que hizo el padre Justino Octavio Gordiano, de la parroquia San Nicolás Lempa, durante la tradicional misa dominical en la Cripta de Monseñor Arnulfo Romero en Catedral Metropolitana.
“De qué sirven leyes más duras si el hombre no se convierte a Dios. Como decía monseñor Romero: de qué sirven tantas trasformaciones si van teñidas de sangre si primero no se transforma el corazón del hombre”, dijo el padre ante los feligreses que cada domingo recuerdan con dicha misa a monseñor Romero.
A criterio del padre Gordiano, los salvadoreños deben inculcar desde sus hogares esos valores de amor y perdón a sus hijos, así como el mensaje que peregrinó monseñor Romero. “El reto es grande para los salvadoreños. Si queremos cambiar esta realidad debemos trabajar desde nuestras familias. Las familias deben de inculcar la figura de monseñor en sus hijos”, expresó Gordiano.
El párroco de San Nicolás Lempa recordó a Romero como un hombre de “paz y de bien”, que siempre procuró el bienestar de los más pobres.
“Monseñor fue un siervo de Dios que buscaba una sociedad sin desigualdades, unida”, agregó al referirse a Romero, quien fue el cuarto Arzobispo metropolitano de San Salvador.
Romero es recordado por los salvadoreños por defender los derechos de las personas marginadas y manifestó públicamente su solidaridad hacia las víctimas del conflicto armado.
Monseñor Romero fue asesinado un día después de que hiciera un llamado a los soldados y cuerpos de seguridad a defender a su pueblo del cual eran parte y que no continuarán matando. A la fecha, se encuentra en proceso la beatificación de monseñor Romero por el Vaticano y que posteriormente se convierta en santo.
Durante la misa, los fieles católicos realizaron un serie de peticiones especiales, entre estas, para que en la jornada electoral, que ha iniciado, no ocurran hechos de violencia y se desarrolle en paz, así como que triunfe el proyecto que dignifique la vida de cada uno de los ciudadanos.
Asimismo, los feligreses pidieron porque las familias promuevan en sus hijos valores. Que las familias formen niños y niñas con un corazón sincero, sin afanes de egoísmo y con desinterés por lo material.
“Hay que educarse para el amor. Que Dios dé la gracia para ser dóciles a su palabra y expulsar los demonios de la indiferencia, manipulación de la información del consumismo y de todo estilo de vida que quita dignidad y libertad”, rogaron al Creador.
En este sentido, el padre Gordiano llamó a despojarse del egoísmo, para que las personas sean capaces de ver el sufrimiento de su prójimo, y velar por los intereses de los más necesitados.