Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
Al filo de las 6:45 a.m. empezaron a llegar los estudiantes del Centro Escolar Rafaela Sotomayor de Alarcia (CERSA), ubicado en la urbanización La Coruña 2, en Soyapango, departamento de San Salvador, ya que para este 6 de febrero, el Ministerio de Educación (MINED) ordenó que todos los centros educativos del sector público debían iniciar clases de manera 100% presencial, esto luego de dos años de pandemia que obligó emigrar a la virtualidad.
Siete minutos para las 7 de la mañana, a las 6:53, llegó Dennis Alejandro, de 8 años, estudiante que destacó entre los demás, ya que fue el único que portó uniforme. Lo acompañó su abuela, Leticia Mejía. El menor se dirigió a segundo grado, no sin antes darle un abrazo a su ex maestra, Cesia Amaya, educadora del primer grado.
Leticia Mejía dijo que la pandemia por el coronavirus realmente afectó a los estudiantes en su proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que no se asistía al centro educativo “y lo virtual muy poco ayuda”.
Mejía recordó que, en otro centro escolar, al estudiante le mandaban las guías, pero ella tenía problemas visuales por lo que el menor “no aprendió nada”; sin embargo, “donde me lo levantaron fue aquí (en la CERSA) en 3 meses aprendió a leer y escribir (con las clases semipresenciales)”, destacó Mejía.
Antes del toque de la campana, los estudiantes corrían y jugaban, otros simplemente esperaban sentados o caminaban en parejas y contarse de lo que les había ocurrido en la pandemia. “La mica” como mayormente se conoce cuando dos o más personas juegan y uno de ellos toca la espalda u hombro de otra para que este lo persiga, también fue uno de los juegos que tuvo lugar en el centro educativo.
Algunos padres de familia aprovecharon el lapso de su llegada y el toque de la campana para comprar en el chalet del centro educativo una merienda para sus hijos. Otros, le dieron efectivo para que en el receso pudiesen comprar.
Incluso, hubo momento para presentarse antes de entrar al salón; un grupo de niñas se encontraban a un costado del chalet presentándose con una alumna que “era nueva”, como se les dice a los estudiantes que llegan por primera vez. Una menor le preguntó a la de nuevo ingreso la razón por la cual se había cambiado de escuela, a lo que contestó: “era aburrido”.
Exactamente a las 7:40 a.m. sonó la campana del CERSA, para que todos los estudiantes, incluyendo a preparatoria, se formaran en el centro de la escuela para recibir indicaciones generales. Las autoridades del centro escolar instaron a los alumnos a que oraran. Posterior, entonaron el himno nacional de El Salvador; en este punto, el sonido falló y se dejó de escuchar la pista; sin embargo, los alumnos siguieron a capela. En esta primera formación, las autoridades del centro escolar les recordaron cómo debían portar su uniforme, normas de conductas, así como el horario de clase.
Marisol Cartagena tiene dos hijos estudiando en dicho centro escolar, una en segundo grado y uno en séptimo, volver significa un respiro en cuanto al método de enseñanza. “Para todos fue bien caótico porque era un manejo diferente, igual uno de mamá empezó a ser maestro, pero gracias a Dios el aprendizaje lo tuvieron bastante bonito porque los maestros estuvieron pendientes de ellos”.
Sobre las expectativas del año escolar 2023, Cartagena espera que sus hijos obtengan nuevos conocimientos para su futuro, “tras la pandemia volvieron a adaptarse, pero ahora, sentimos que pasó la angustia de la enfermedad; mi hijo tiene un aprendizaje escuchando al maestro, siento que será más factible ya que el aprendizaje costará menos”.
Mientras que el Lic. José Antonio Urbina Guevara, director del CERSA, explicó que para este año 2023, se deben superar todas las situaciones que se presentaron durante 2020, 2021 y 2022, “dar un mejor servicio a los alumnos y ejecutar nuevos proyectos, donde se centre la formación integral de los chicos.
Esperamos la intervención del Ministerio de Educación que nos ha venido a recabar los datos y fotografías donde se ven las necesidades de la escuela”.
Sobre las necesidades que tiene dicho centro educativo, Urbina mencionó el servicio eléctrico, ya que el actual “es malísimo”; cielo falso, techos y pisos necesitan reparación; los servicios sanitarios y la cocina deben ser “dignas”. Además, necesitan un centro de cómputo, que, de hecho, la infraestructura es ideal para su construcción ya que se cuenta con espacios; es de resaltar que el centro educativo también cuenta un espacio para un parqueo vehicular, pero necesita acceso y remodelación.
Sobre la situación de la pandemia en ese centro escolar, Urbina dijo que “fue difícil porque no estábamos preparados para esa experiencia; sin embargo, logramos superarlo, en un inicio de manera rústica”. Sobre los que fallecieron por la Covid-19 en este centro educativo, fueron los profesores, José Armando Montenegro (educación física), José Roberto Merlos y Julio César Avilés.
Datos:
– Se estima que 70 escuelas públicas deben iniciar el año escolar con clases semipresenciales, ya que sus instalaciones aún no se encuentran en condiciones óptimas para recibir a los alumnos.
– La presencialidad de las clases se suspendió en marzo de 2020 debido a la pandemia por la Covid19. Este 6 de febrero, volvieron de manera 100% presencial.
– Según el ministro de Educación, Mauricio Pineda, serán 1.2 millones de estudiantes los que están inscritos en el año lectivo.
– Cerca de 5 mil centros escolares volvieron a la presencialidad.