Alejandro Rodríguez Valencia
En este mes se conmemora el día de la mujer. Y siempre es necesario afrontar estas fechas con una postura abierta hacía el diálogo. Una de las críticas que realizan las mujeres por medio de colectivos feministas y agrupaciones ciudadanas es un mejor involucramiento por parte del estado para disminuir la violencia y la cantidad de feminicidios. No es nuevo que se realicen llamados de atención para cambiar la cultura de violencia que nos caracteriza como sociedad salvadoreña.
No es normal la cultura de violencia y humillación que predomina hoy en día ¿Por qué somos seres violentos?, ¿por qué ejercemos violencia?, ¿Por qué se sigue replicando los mismos actos? Esto está tan entrañado en nuestra cultura que se ha convertido en la lógica que dirige nuestra sociedad. Insultos, matonería, mensajes de odio, ideas autoritarias. Todo puede ser articulado para ejercer desde violencia psicológica hasta física. Tampoco hay que olvidar que la violencia se ejerce hasta en los “chistes” más sutiles.
Nuestra tarea de hoy en día es asumir el reto de identificar muchas actitudes micro machistas o chistes encubiertos con la frase: “tómatelo con humor” o “es sólo un chiste”. Con ello solo estamos legitimando aún más nuestra cultura de violencia. Los movimientos feministas lo abordan desde el concepto clave: machismo. Sin embargo, la misma estructura social cimentada bajo los principios de la violencia nos impide identificar esto como crítica constructiva.
Por eso es importante asumir un rol activo identificando las ideas, conductas y expresiones que son micromachismos. Porque, si no se inicia con un trabajo individual critico seguiremos replicando las mismas conductas violentas. Ser crítico consigo mismo es una tarea difícil. Cuando no se tienen las herramientas idóneas incluso es complicado reconocer que algo está mal. Platón lo ilustraba de manera muy creativa y audaz hace muchos años con el famoso relato sobre el mito de la caverna.
Recordando de manera breve el relato, mientras una persona se encuentre imposibilitada para poder ver más allá de las sombras que están adentro de la caverna, será muy difícil que pueda liberarse y pueda ver que esas sombras son nada más que apariencias. Y por lo tanto, con pensamiento crítico se debe cuestionar todas las sombras hasta encontrar una luz clara que te dirija hacia afuera de la caverna.
Considero pertinente recordar este relato filosófico porque es un elemento que invita a razonar. Así mismo, no perdemos nuestra intención: Ser críticos. Esto no deja de ser un problema estructural que debe combatirse desde una propuesta a nivel educativo. No obstante, la idea es tomar acción en el día a día. Así es como marcamos la diferencia en el camino para superar este problema. Por lo cual, sería bueno escuchar de manera activa lo que nos quieren comunicar en lugar de responder por impulso, y de manera grosera. Sabiendo escuchar se inicia el dialogo. Y dialogando se entiende la gente.