@JoakinSalazar
Izquierda o derecha no importa, el centro de todo es la población. Cojutepeque era considerado como uno de los municipios del país más violentos; sin embargo, con más de 55 mil habitantes, ahora las cosas han cambiado, tras la ejecución del Plan El Salvador Seguro, que sigue dando resultados positivos en los territorios priorizados.
Para diversos sectores sociales, El Salvador es un país polarizado, dividido en pensamiento e intereses; sin embargo, el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, ha hecho un llamado a la unidad y a dejar a un lado el interés político e ideologías, temáticas que son retomadas por algunas personas, independientemente de su color partidario.
Cojutepeque ha dado cambios significativos, a través del Comité de Prevención de la Violencia que ejecuta desde la comuna (dirigida por la alcaldesa Rosa Guadalupe Serrano, del partido ARENA) el Plan El Salvador Seguro, que ha sido aprovechado por la población de Cojutepeque.
Para conocer los principales resultados y la importancia de la ejecución del plan Cojutepeque Seguro, Diario Co Latino entrevistó a la alcaldesa de Cojutepeque, Rosa Guadalupe Serrano, quien también es conocida por la población como “Lupita” Serrano, y esto es lo que nos comentó:
– ¿Cuáles son los principales resultados en la Ejecución del Plan El Salvador Seguro en Cojutepeque?
Primero, quiero comentarle que, si bien es cierto el plan El Salvador Seguro comenzó hace dos años, nosotros fuimos informados y tomados en cuenta a partir de abril de este año. Pero, a pesar de todo, nosotros teníamos el plan de prevención de la violencia que nos ha dejado signos positivos, el trabajo ha sido más dinámico, con obligaciones en la municipalidad que nunca se habían tenido y, a través de esa alianza que hicimos con USAID, nosotros ya teníamos implementado es el Comité Municipal de Seguridad Pública. Esto ha dado buenos resultados, hemos trabajado muy responsablemente y se ve el trabajo en las comunidades y, luego, viene y se suma el Plan El Salvador Seguro con Cojutepeque, seguro eso viene a abonar más el esfuerzo.
El Plan El Salvador Seguro viene a dar un complemento necesario, porque tenemos fortaleza pero también tenemos debilidades, en el sentido de que, como municipalidad, nosotros tomamos el proyecto venga de donde venga. Es para bien de nuestra gente, para bien de nuestras comunidades, esto es bien importante porque es ahí donde tenemos que dejar la ideología política y volvernos activos, ver beneficio y, como lo dije en una posición mía, mi trabajo se debe y se valora en el ser humano. Entonces, en este sentido es que nosotros no vamos a rechazar ningún beneficio, ni ningún proyecto de ningún programa; al contrario, esta alcaldía ha servido de modelo para muchas actividades que se van impulsando, ya sea desde el Gobierno o de otras instancias.
– Logros
Entre los principales logros tenemos la disminución de los homicidios, particularmente en los sectores priorizados por el Plan El Salvador Seguro. En el mes anterior tuvimos cero homicidios, lo que pasa es que Cojutepeque depende de qué delito, quizás nos referimos al caso de homicidios: el año pasado andaba entre 14 homicidios a 16 en el mes, ya sentíamos que nos íbamos a quedar sin cipotes; en enero todavía entramos con 14, febrero bajamos a 11, marzo creo que como a ocho, abril nada, mayo creo que cinco; pero algo que no aparece aquí es que hay otro factor, cuando hablamos de Cojutepeque, porque muchos son en la Autopista Panamericana y que no son de aquí, pero como los dejan en Cojutepeque, le echan el muerto a la ciudad.
Además, la disminución de la percepción de inseguridad, por el aumento de las actividades deportivas nocturnas y las actividades de convivencia en las comunidades a través del INJUVE, Secultura, INDES y PREPAZ. Hemos iniciado con la recuperación de espacios públicos comunitarios y, algo que quiero destacar, es el rescate y dinamización del Estadio Alonzo Alegría Gómez, con implementación de escuelas municipales y torneos de futbol permanentes.
Sin embargo, el mayor logro es el cierre del Centro Penal de Cojutepeque, desde junio de este año. Pero, si bien es cierto se llevaron el centro penal, que estamos muy agradecidos, contentos de que ya tenemos celular, tenemos internet, esta alcaldía sistemática, como que nos liberaron a toda la población, porque nosotros éramos los reprimidos. Pero desde que se la llevaron estoy luchando para convertirlo en un centro de formación, en un centro de convención; Cojutepeque no lo tiene, los jóvenes para hacer arte, para hacer lo que quieren, música, danza… he pedido el excine de la ciudad, que desde los terremotos está tirado, pero nada.
– Dificultades
En Cojutepeque hemos tenido un poco de obstáculos, quizás por la misma parte política. A las instituciones les cuesta, somos diferentes en ideología, pero en el trabajo debemos de ser todos iguales. Se lo dije al presidente de la República: no dormimos juntos, no hacemos nada juntos, pero sí sabemos soñar iguales; creo que el presidente, más que nadie, como un alcalde que no está comprometido con su gente, es mejor que se aparte, si no le interesa su población y su comunidad; es la calidad de vida y más en estos momentos tan difíciles que estamos atravesando en el país.
Debemos de estirar las manos, agradecer a quien nos ayuda, hacer equipo, sumarnos a los esfuerzos; para mí eso es bien valioso. Alguien me preguntaba “¿su partido político no la condiciona?”. Jamás me han preguntado, nunca me han preguntado “¿miré, y por qué ustedes van a la reunión, por qué usted tiene tanto que ver con una parte del Gobierno?”. Bueno, hay varias razones: no es el presidente el que está dando los recursos, sino que es de todos los salvadoreños; es un programa que, desde el momento en que estamos identificados que somos un municipio con mucha violencia, es ahí donde se decide trabajar.
Ningún programa, ningún proyecto se podría realizar si no teníamos las herramientas básicas. ¿Cuáles son esas herramientas? Primero, no dinero, sino tener acercamiento con las instituciones, que me ha costado. Esa es la única parte más complicada que he tenido en el Comité Municipal de Prevención de la Violencia; poco a poco, hemos logrado, desde allá arriba les han venido las órdenes a las instituciones gubernamentales, cuando se les dice “ustedes son parte de un comité de prevención”. Yo, como alcaldesa, no puedo responder por Educación, no puedo responder por la PNC, no puedo responder por Salud, cada quien en su trabajo.
De la población, cuando empezó el Plan El Salvador Seguro, aún en los programas de prevención, la gente no quería nada de eso, pero por temor. Los líderes me decían: mire, Doña Lupita, a mí no me va a mandar policía comunitaria, vea cómo hace, pero policía no queremos. Y si empezaba a trabajar la policía, iba a buscar al líder de la comunidad, al siguiente día ya estaba amenazado o en la misma tarde ya estaba amenazado; claro, nuestra gente es sencilla y muy buena, pero muy sencilla; se preocupaban por la familia y por toda la comunidad, también, todo eso se ha bajado. La gente dice, bueno, gracias a Dios ya no está pasando nada en las comunidades. Ya no hay tanto temor, estamos con algunas pocas barreras porque, aquí, hay gente que me dice “para los juegos deportivos hay que sectorizar, porque de aquí para allá le toca a una mara y, de aquí para acá, le toca a otra”. Y todavía hay esas pequeñas barreras, esto ha quedado como un mito o un buen aprovechamiento de muchos que dicen ser y que quizá ni son.
– ¿Cuál ha sido el papel de la Alcaldía y del Comité de Prevención?
Gracias a Dios, tengo personas responsables. El consejo es pluralista, son buenos: buenos para venir a cobrar, buenos para estar en las sesiones, pero aquí necesitamos gente de campo, ojalá que los partidos políticos, incluyendo el mío, se concienticen cada vez más en que debe de poner gente servidora. Porque yo sé que, de alguna forma, nos ayudan que recibamos de dieta y de salario, pero yo sería una, y se los digo, no cobraría mi salario si no me lo he ganado. Sí tengo regidores que me han acompañado desde un principio, muy responsables y no dejan ir nada. Al Plan El Salvador Seguro, paso a paso, le han dado seguimiento, le han dado apoyo, no se descuidan de nada y precisamente, ya que teníamos integrado el plan y el comité de prevención, pues ahí tenemos el nido donde poder hacer muchas cosas.
Como alcaldía pensamos: ¿qué va a pasar si Cojutepeque desaparece del mapa de los 10 más conflictivos? Tenemos que buscar cómo no dejar que vuelva a ser, no dejar que la gente piense que por falta de oportunidades. Una de las grandes ventajas de este comité de prevención es que está integrado con un par de regidores y somos 16, tengo al coordinador y tengo 13 empleados más; sólo en el comité es buena cantidad, pero es más grande en la cantidad de líderes incorporadas; líderes comunitarios, ahí están pendiente.
– A dos años del Consejo Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, ¿qué opinión le merece el esfuerzo que se ha hecho a través de esta variedad de sectores que lo representan?
Era necesario. Lo que pasa es que no todos pensamos igual, yo pienso: por qué los alcaldes no están aquí, si todos necesitamos; por qué no está tal organización, tal institución; a veces no sé por qué, pero era necesario, que se arrancó en el momento necesario. Si los 10 municipios priorizados estuviéramos dando lástima o tuviéramos más homicidio, más crimen, más violencia… Me encanta cuando dicen que van a enviar más policías o ya pueden entrar los policías a esas zonas donde no entraban anteriormente, vamos a arreglar las zonas verdes, eso es ganancia. Aquellos que no la aprovechan, mala suerte; pero sí hemos caminado con el Consejo Nacional de Seguridad. Agradezco, porque siempre me han tomado en cuenta, quizás las cosas no se ganan por hablar, sino por demostrar lo que se trabajó; si han visto buenos resultados, lógicamente sí se ha trabajado.
Qué bueno fuera que, así como es el Consejo de Seguridad en San Salvador, así se trabajara también en las cabeceras departamentales, pero cuesta acercar a la iglesia, cualquier iglesia, no me estoy refiriendo a una en específico. Nosotros somos institucionales, los esfuerzos casi siempre se lo lleva, en el caso del alcalde, a la alcaldía; porque yo un poquito más de carga, igual el Consejo Nacional de Seguridad, lo podemos señalar, criticar, pero no le ayudamos a construir. Yo sí le he ayudado, porque no me he perdido. Estoy contenta, veo que la situación está mejor; no le puedo decir que en todo el país, porque será que todos los alcaldes dirán cómo se sienten, cómo se han hecho y siguen acciones positivas.
– ¿Es posible que exista alguna apatía de algunas alcaldías u otros sectores dentro del Consejo Nacional de Seguridad?
No sabría decir, porque no sé si los invitan. No sabría decir quienes, yo respondo por mí, porque a mí sí me han tomado en cuenta, yo sí estaba; yo he sido obediente, muy obediente, y no sabría decir. Pero, si los invitan y no llegan, se lo pierden y se lo pierden para él y para su comunidad; los otros sectores, allá en el Consejo, yo veo bastantes. Pero una cosa es tomarse la foto y otra cosa es tener resultados, a mí la foto nada me cuesta que me la tomen y que salga, podría publicar. Pero es mejor que vayan a publicar los resultados, hay mucho que sólo en el Consejo no sé cómo desarrollan su trabajo, porque no sé. Sólo sé que, dentro del Plan El Salvador Seguro, muchos tenemos que cumplir lo que está escrito; va a paso lento, pero es muy seguro.
Hemos avanzado, queremos que el municipio un día sea un ejemplo de paz. Consideramos que poner en el centro de la gestión de esta alcaldía al ser humano es la base de todo, quitarnos los intereses políticos, trasladarnos los recursos tanto económicos, como humanos; a mí que no me manden más policías, que se lo mande en el cuerpo policial, y creo que es de todos tener mayor compromiso de los funcionarios para la implementación de este Plan. Sumar esfuerzos de la sector empresarial y de las iglesias como de la sociedad civil es un gran desafío; no para mí, sino que para todos.
– Alcaldesa, en la reunión del Consejo, de su segundo aniversario, usted dijo “No dormimos juntos, pero podemos soñar lo mismo”, ¿es importante dejar la ideología política partidaria y concentrar los esfuerzos para la población?
Completamente de acuerdo. Todos deberíamos de ser así, los ministerios, alcaldías y comunidades. Todos necesitamos obras públicas, educación; todos deberíamos de estar soñando por un país diferente, aunque no durmamos juntos. Yo se lo dije al presidente: muy cierto que no dormimos juntos, porque pertenecemos a un partido político diferente, aquí usted me va ver mi bandera de Arena, pero me las han regalado, de lo contrario no va a haber color político, ni empleados con color político, porque el ciudadano votó por mí, en su debido momento, y no he vuelto a trabajar políticamente, hasta que venga la campaña. Ahí es donde nos vamos a ver las caras; no soy confrontativa, no soy de choque para nada, los partidos políticos lo saben y se me respeta por eso; a mí no tan fácil me van a ver con una camisa de Arena por nada; a veces llego al Coena, cuando me ha invitado, y como siempre ando corriendo, así como llego, me voy, y nunca me han dicho por qué llego informal. Yo ando trabajando. Aquí estoy de paso y esto le va a quedar a la población, eso le va a quedar a la población y a la población chiquita y a los jóvenes, a las señoritas.
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