Alberto Romero de Urbiztondo
Twitter: @aromero0568
Aunque nuestra Constitución garantiza el carácter laico del Estado, en la práctica funcionarios, empleados públicos y políticos, lo vulneran frecuentemente, por ello desde la sociedad, demandamos su cumplimiento. Los participantes en el Diplomado de Laicidad del Estado, Género y Democracia, han elaborado un Decálogo para la garantía efectiva de la laicidad del Estado, importante propuesta que les comparto.
DECÁLOGO POR LA LAICIDAD DEL ESTADO:
1. Defenderás la libertad de tu prójimo y su derecho a pensar diferente. Respetarás a la opinión del otro con más fuerza si son diferentes a las tuyas.
2. La educación y formación profesional del Sistema Educativo Nacional Público y Privado será laica, científica, fortaleciendo la educación sexual sin mitos y en un marco de fomento y respeto a los derechos humanos.
3. Adoptarás una actitud crítica ante lo establecido: reconocerás que sin laicidad no hay democracia.
4. No discriminarás por ninguna razón a las otras personas.
5. Tendrás acceso a la justicia y a los derechos de ciudadanía sin privilegios ni sesgo religioso.
6. Garantizarás la libertad de conciencia de la niñez a tu cargo y no les llevarás a ninguna Iglesia hasta que ellas así lo decidan.
7. Los períodos de descanso laboral no estarán vinculados a ninguna religión.
8. No confundirás laicidad con ateísmo. Toda organización religiosa debe abstenerse de inmiscuirse en actividades partidarias y deberá pagar los impuestos correspondientes como cualquier otra organización.
9. No mezclarás tus creencias religiosas o personales en las políticas del Estado. Tus instituciones estatales no tendrán símbolos religiosos ni partidarios. Los funcionarios públicos no usarán a Dios en el ejercicio de la función pública. El Estado salvadoreño es laico. El funcionariado público no utilizará discursos ni símbolos religiosos o partidarios en eventos ciudadanos ni en el ejercicio de la función pública ni en la formulación y aprobación de políticas públicas.
10. Si realizares los nueve anteriores, construirás una comunidad en donde los recursos y beneficios alcanzaran a todas las personas sin importar sus orígenes y condición social.
Le invitamos a compartirlo y que guíe sus acciones. En próximas columnas, desarrollaremos cada una de las propuestas del decálogo.