Por Lissy De Abreu
Bogotá/AFP
Una treintena de personas, principalmente policías, resultaron heridas en una explosión el domingo cerca de la plaza de toros de Bogotá, aunque las autoridades descartaron inicialmente que el ataque haya sido organizado por grupos antitaurinos opuestos a la reciente reapertura del coso.
En la explosión, que ocurrió hacia las 10:30 de la mañana, hora local, y que según autoridades iba dirigida a los uniformados que instalaban el dispositivo de seguridad para la corrida de esta tarde, «resultaron lesionadas 26 personas, dentro de las que se encuentran 24 policías y dos civiles», según un balance del ministerio de Defensa.
Seis de los heridos «revisten algún grado de complejidad» y fueron intervenidos quirúrgicamente y al menos cuatro agentes, «afectados por las esquirlas, probablemente pierdan un ojo cada uno de ellos», según detalló el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, tras visitar el hospital de la policía.
También el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien deploró el ataque contra los agentes y pidió que avanzaran rápidamente las investigaciones, visitó a los heridos en la tarde de este domingo. Al igual que el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa.
«Con objetivos criminales»
Aunque más temprano Peñalosa había informado de la muerte de un agente policial, luego su despacho y el gobierno nacional rectificaron la información y aseguraron que no había víctimas mortales.
El balance final de la alcaldía, en el que se contabilizan 30 heridos, de los cuales cuatro serían civiles, difiere ligeramente de la cifra suministrada por el ministerio de Defensa.
Tras presidir un consejo de seguridad extraordinario, Peñalosa dijo que la «bomba tenía metralla» por lo que «es una bomba que se hizo con objetivos criminales absolutos, para herir a nuestros policías» que se ubicaban en ese punto cada domingo de actividad taurina.
La explosión afectó igualmente a 34 inmuebles del barrio de La Macarena, zona del centro de la capital colombiana donde se encuentra el coso de La Santamaría, según informó Peñalosa.
«Vamos a perseguir a estos criminales (…) Estamos trabajando de manera conjunta con la Fiscalía y con la Policía. Tenemos elementos adicionales que nos permiten tener confianza de que vamos a poder dar resultados sobre este atentado en un tiempo corto», añadió.
«Nada que ver con antitaurinos»
En cuanto a la corrida prevista para este domingo, las autoridades decidieron no cancelarla y Peñalosa incluso invitó a quienes desearan asistir a «hacerlo con seguridad».
De hecho, en las redes sociales de la Policía de Bogotá fueron difundidas imágenes de los taurinos entrando a la plaza bajo fuertes medidas de seguridad.
«Los terroristas no nos van a intimidar. Y vamos a hacer todo lo que sea necesario para capturarlos», aseguró Peñalosa.
Aunque aún no se conocen los autores del hecho, el alcalde de Bogotá dijo que todas las «hipótesis señalan que esto no tuvo nada que ver con los antitaurinos».
«Esta es una bomba, un artefacto elaborado por personas que tienen conocimiento técnico de qué es lo que estaban haciendo», recalcó.
La plaza de La Santamaría reabrió el pasado 22 de enero en medio de fuertes protestas y enfrentamientos de grupos antitaurinos con la policía. Desde entonces, un intenso operativo de seguridad, integrado por centenares de uniformados, se despliega cada domingo de corridas en las afueras del coso.
La Corte Constitucional de Colombia ordenó reabrir La Santamaría, luego de que el exalcalde izquierdista Gustavo Petro cancelara en 2012 el contrato de la Corporación Taurina de Bogotá (CTB) para administrar la plaza en medio de una campaña contra el maltrato animal.