@arpassv
En el encuentro del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) realizado la semana pasada en Panamá, el Presidente Salvador Sánchez Cerén pidió “respeto a la voluntad popular en Honduras”.
“Hacemos votos para que se encuentre una solución pacífica, con base a la institucionalidad y al respeto a la voluntad expresada en las urnas”, dijo el Mandatario salvadoreño, refiriéndose a las recientes elecciones presidenciales en el país vecino.
La referida declaración de Sánchez Cerén es oportuna, pues constituye un importante respaldo a la demanda popular de revertir el fraude electoral que pretende perpetrar el régimen de Juan Orlando Hernández (JOH), quien busca reelegirse como presidente a pesar de la prohibición constitucional.
El Tribunal Supremo Electoral, controlado por secuaces de JOH, suspendió el conteo de votos cuando el candidato opositor Salvador Nasralla lideraba el conteo y superaba en un 5% al presidente reeleccionista.
La actuación del ente electoral ha sido cuestionada por las comisiones de observación de la OEA, la Unión Europea y diferentes actores de comunidad internacional. Y en Honduras el rechazo, el fraude de JOH es repudiado por la mayoría de sectores sociales, políticos, académicos y religiosos.
Para contener este justo y digno reclamo, el gobierno hondureño ha reprimido las protestas y acallado medios democráticos. Uno de estos es Radio Progreso, emisora jesuita cuya torre de trasmisión en Tegucigalpa fue derribada por “manos criminales”.
Desde este espacio editorial, las radios comunitarias de El Salvador nos solidarizamos y exigimos respeto al trabajo de Radio Progreso, en sintonía con el respaldo expresado por la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER), coordinadora continental de medios populares.
Volviendo a las declaraciones de Sánchez Cerén, ojalá que otros gobernantes democráticos de la región se distancien de JOH y -en la misma línea del Presidente salvadoreño- también exijan “respeto a la voluntad popular”.
Igualmente, las organizaciones populares de toda América Latina deben hacer sentir con más fuerza su respaldo al pueblo hondureño para revertir el fraude y establecer la democracia.