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Defendamos el agua

José Acosta

El agua es abundante en la naturaleza, cubre el 70% de la superficie del planeta, sin embargo, el 97% de esta agua es salada y solo el 3% es agua dulce, que en su mayor parte está congelada en los polos y glaciares. De manera que el agua que los seres humanos podemos utilizar es una mínima parte. A pesar de ser un porcentaje pequeño, si los ríos y demás fuentes de agua estuvieran limpios sería suficiente para que todas las personas tuviéramos el agua que necesitamos.

No obstante, según el Ministerio de Medio Ambiente, el 95% de los ríos de El Salvador están contaminados. El nivel de contaminación del río Tomayate, ejemplifica lo que sucede en varios de los ríos del país, según el MARN en este río las aguas residuales domésticas representan un 68% de las descargas y un 32% son aguas industriales. Las principales fuentes de contaminación son los vertidos de colectores sanitarios del penal La Esperanza y un ingenio que aporta una gran carga de materia orgánica contaminante. El río Titihuapa, que atraviesa los departamentos de Cabañas y San Vicente, según denuncias de la población, recibe descargas residuales que vierte una granja productora de cerdos; a pesar de las denuncias de la comunidad la problemática continúa. Rina Navarrete, directora de la Asociación Amigos de San Isidro Cabañas, afirma: “la granja produce más de 13 mil cerdos y de acuerdo a los permisos ambientales dados por el MARN, esta solo tiene autorizado una población de 6 mil 500”. En 2015 el Ministerio de Medio Ambiente confirmó que el río está contaminado, lo que disminuye la cantidad de oxígeno en el agua y provoca la muerte de peces.

Lo sucedido en el Río San Lorenzo, en mayo de 2016, es otro ejemplo de cómo la irresponsabilidad de ciertas empresas impacta negativamente en los cuerpos superficiales de agua dulce. En este lugar el ingenio La Magdalena ocasionó el derrame de 900 mil galones de melaza caliente directamente al río, dañando gravemente el ecosistema y afectando a por lo menos 450 familias de la localidad. Aún peor es lo sucedido al río San Sebastián, en el departamento de La Unión, que fue contaminado por ácidos y metales pesados dejados por la minería metálica de décadas anteriores.

Al analizar la situación de los ríos del país, no se puede pasar por alto al Lempa, que es por muchas razones el más importante de El Salvador. Por su cuenca fluye el 68% de los recursos hídricos del país; en ella habita el 54% de la población y se abastecen de sus aguas 151 municipios, también el 50% del agua que se consume en el Área Metropolitana de San Salvador viene del río Lempa. No obstante, ríos como el Sucio y el Acelhuate, conocidos por sus altos niveles de contaminación, son algunos de sus afluentes, lo que puede dar una idea del alto grado de deterioro que sufre el río Lempa.

Otro recurso hídrico importante son los humedales, El Salvador cuenta con 59 humedales principales, que comprenden 124,133 hectáreas de espejo de agua. Estos también son afectados negativamente por múltiples factores, incluyendo contaminación por residuos sólidos, agroquímicos y vertidos. También los acuíferos subterráneos se encuentran en una situación grave, el MARN, reconoce que algunos de los acuíferos más importantes del país ya se encuentran sobre explotados, es decir que la tasa de extracción es mucho mayor que la tasa de recuperación por infiltración.

A medida que se agotan y contaminan las fuentes de agua y se destruyen los sistemas ecológicos que reponen los mantos acuíferos, el suministro de agua potable disminuye al mismo tiempo que aumenta la demanda. Esto hace que el agua sea un negocio muy rentable.

En El Salvador hay muchos casos de grandes empresas que están sobreexplotando importantes fuentes de agua, como lo son aquellas dedicadas a la venta de bebidas gaseosas o alcohólicas que usan millones de litros cada día o las dedicadas a la venta de agua envasada que se han enriquecido abusando del agua de la nación.

Como si eso no fuera suficiente, en estos momentos intentan controlar la institucionalidad responsable de tomar las decisiones en lo que se refiere a la gestión del agua, para ello los partidos ARENA, GANA, PCN y PDC han respaldado una propuesta de ley en la cual se le entrega el control del agua a la gran empresa privada representada por la ANEP, es decir pretenden privatizar legalmente el agua.

Esta situación es muy grave y no debe permitirse, por eso es importante la participación de la gente denunciando esta grave amenaza y movilizándose para evitarla. El acceso al agua potable es un derecho humano básico, privatizarla sería un crimen… defendamos el agua, defendamos la vida.

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