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Defender a Yolanda de las mafias

Iosu Perales

Yolanda Diaz ha puesto el semáforo en verde y ha iniciado el proceso denominado “escucha”. En su discurso motivacional ha puesto el acento en la recuperación de una ilusión que debería ser la argamasa de un gran movimiento social, plural, construido en torno a políticas sociales que extiendan la democracia incluso en el ámbito de la economía. Pero, democratizar la economía es subversivo y pronto veremos como la maquinaria de grupos poderosos se pondrá en marcha para derribar a Yolanda Díaz y su proyecto.

Los medios de comunicación de las derechas, intensificarán sus ataques por tierra, mar y aire. Inventarán y difundirán falsas noticias y, sin compasión, harán incursiones en la vida privada de la vicepresidenta segunda, con el objetivo de neutralizarla. La campaña contra Pablo Iglesias ha sido un entrenamiento que ahora servirá para organizar una campaña sostenida, basada en el tráfico de mentiras mejor argumentadas, en los bulos y la descalificación de Yolanda Díaz.

Hay medios de comunicación que hace tiempo dejaron de hacer periodismo. Antonio García Ferreras, Eduardo Inda, Susanna Griso, Carlos Alsina, Ana Rosa Quintana y Carlos Herrera, son periodistas que dejaron de serlo, para convertirse en franco tiradores de una propaganda anti-Podemos. Viven para servir los intereses de las elites y agredir verbalmente a los proyectos progresistas y distorsionar la realidad. Vamos a asistir a una campaña brutal contra un proyecto que busca más igualdad social, más democracia, más cultura, educación y sanidad pública. Los grupos poderosos, al utilizar mecanismos ilegítimos como las cloacas, donde debiera haber debates públicos respetuosos con la democracia y con procedimientos legales, muestran su fortaleza, pero también su debilidad: sienten que el monopolio del poder, de su poder, se está debilitando.

En los medios de comunicación hay quien compra mentiras como verdades y las publica con el fin de destrozar personas y partidos que piensan diferente. Es gravísimo. Ferreras e Inda deberían explicar muchas cosas, entre ellas su vínculo con el impresentable Villarejo, inventor de noticias falsas y colaborador de la llamada “policía patriótica”.  Crónica Libre, firmado por Patricia López, publica en estos días un audio de 2016, donde, de viva voz, Ferreras desvela que no se cree que Pablo Iglesias tenga una cuenta en las islas Granadinas (un paraíso fiscal) para recibir dinero de Nicolás Maduro. Piensa que es una noticia burda, una mentira, pero la publica. ¡Cómo se puede publicar una noticia que piensas que es mentira! Y así lo hizo en “Al rojo vivo”. Lo cierto es que si hubiera decencia democrática algunos periodistas no pisarían los platós de televisión.

Antonio García Ferreras, el que utiliza el slogan de “más periodismo”, resulta que es un vulgar agente de grupos poderosos. Disfrazado de lenguaje progre protege a gente como Eduardo Inda, del que dice “lo quiero mucho” “es mi hermano”, gente que actúa abiertamente contra la democracia. ¿Saben ustedes que los presidentes de Méjico, Argentina, Colombia y Chile, han denunciado las cloacas españolas, a partir del caso Ferreras? Lo hacen porque temen que en algún momento pueden ser víctimas de semejantes prácticas. La globalización contagia. Jean-Luc Mélenchon también ha mostrado su gran preocupación. Por cierto, me extraña que la Federación de asociaciones de periodistas del estado español esté tardando en condenar las prácticas de Ferreras e Inda. ¿Será que el corporativismo encubre impunidad? Las prácticas que ahora se denuncian atentan gravemente contra el periodismo.

Estoy persuadido que las campañas contra el proceso liderado por Yolanda Díaz no pararán. Y si es verdad lo que dijo Albert Camus, de que un país vale lo que vale su prensa, estamos jodidos. Sin embargo, albergo la esperanza de que algo hayamos aprendido. Para empezar, sería bueno que entendiéramos que con un partido político que actúa dentro de la democracia observando sus leyes y normas, se puede estar de acuerdo o en desacuerdo. Eso no es relevante. Lo esencial es que se le trate con respeto, aunque sea crítico. Desde que Unidas Podemos surgió en enero de 2014 se abrió la veda para difundir bulos e información manipulada, en su contra. Pero las invenciones eran de tal calibre que las denuncias interpuestas por las derechas contra Unidas Podemos no prosperaron en ningún caso. Además, desde un enfoque holístico será bueno que la izquierda situada a la izquierda del PSOE obtenga buenos resultados. Para frenar a la derecha involucionista, para hacer posible un Gobierno de coalición progresista. Le interesa al soberanismo vasco y catalán, a las organizaciones y movimientos sociales, al feminismo, al ecologismo, a los sindicatos, al conjunto de esa sociedad democrática, antifascista.

Pero espero lo peor de las derechas que han convertido la confrontación política en una guerra sin cuartel. Ante lo que se ve venir, ataques al pluralismo y en consecuencia ataques a la democracia, quisiera que la prensa y las y los políticos decentes se interpongan y protejan a la parte atacada y denuncien a quiénes desde los medios, la judicatura y las instituciones, quieren hacer de la democracia un sistema minimalista bajo su control y de la mentira y el sectarismo sus armas preferidas. Desde una posición valiente y muy profesional, el periodista Xabier Lapitz marca un camino a seguir, al decir que en su programa televisivo en Jake “no tienen cabida el bulo y la mentira”.

En la defensa del derecho de Yolanda Díaz a impulsar su proyecto de frente amplio debemos estar todos los demócratas. Lo de votarle o no votarle es otra cosa. Por otra parte, esto no va de siglas, va de frenar el avance de las derechas y de fortalecer el campo del progresismo. Va de aislar a presuntos delincuentes que funcionan en política como una mafia y que. como la mafia, están infiltrados en todos los poderes de gran influencia.

 

La afluencia de gente al acto inaugural del proceso “escucha” fue sin duda un éxito. Su discurso, medido, contenido en algunos aspectos (no tocó temas que podrían dividir a quienes le escuchaban), fue muy inteligente. Ella sabe que el cuerpo electoral de la sociedad está inclinado a la derecha, y si quiere sumar y sumar apoyos deberá evitar radicalizaciones e incluso y apoyar medidas del gobierno de coalición con las que apenas comulga. Pero su estrategia es muy válida cuando se trata de vencer las resistencias de una sociedad conservadora. No hay otra. Bueno, sí, la hay: posicionarse de manera izquierdista y quedarte sin apoyos. Una opción que en sectores de la izquierda siempre tiene seguidores.

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