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Redacción YSUCA
Los agricultores salvadoreños han sufrido significativas pérdidas debido al impacto de la Depresión Tropical «Sara», según Luis Treminio, representante de la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO).
Treminio detalló que en el caso del maíz se perdieron 33,152 manzanas, lo que equivale a 1,458,668 quintales, generando pérdidas económicas estimadas en $38.8 millones. Por su parte, el cultivo de frijol registró la pérdida de 28,371 manzanas, equivalentes a 425,565 quintales, con un costo de $26.4 millones.
«En el caso del frijol, la pérdida representa el 16% de la producción, mientras que en el maíz es del 11%. Esto evidencia la necesidad urgente de implementar una política nacional agropecuaria que contemple la adaptación al cambio climático, trascienda los períodos gubernamentales y sea diseñada en conjunto con los actores del sector», expresó Treminio.
Entre las propuestas de CAMPO se incluye la creación de un fondo especial para la agricultura de subsistencia y el establecimiento de una reserva estratégica de alimentos.
Treminio también señaló que, pese a la gravedad de la situación, la falta de voluntad política ha obstaculizado avances en esta materia. «Desde el gobierno de Antonio Saca hasta la administración actual, hemos planteado estas propuestas sin obtener respuestas positivas», lamentó Treminio.
El Salvador es especialmente vulnerable al cambio climático debido a su ubicación geográfica y a que el 95% de su territorio está dentro del corredor seco. Según Treminio, las proyecciones iniciales apuntaban a un déficit de 7.8 millones de quintales de granos básicos, cifra que ha aumentado a 9.26 millones de quintales.
El déficit en la producción de granos básicos ha ido en aumento desde 2021. En 2023, se registró la producción más baja en ocho años, con solo 17 millones de quintales. Para 2024, las proyecciones son aún más preocupantes, con una estimación de pérdidas de hasta 15.7 millones de quintales.
Hay varios aspectos que propician la baja producción de granos básicos en El Salvador. Además del cambio climático, está el alto costo de los insumos agrícolas que han subido de manera general en un 70%, la escasez de mano de obra, altos precios de los alquileres de terrenos para cultivar, entre otros aspectos.
Por último, Treminio comentó sobre la reciente entrega de un bono de $300 a familias productoras afectadas por «Sara». Aunque consideró la medida positiva, enfatizó la importancia de realizar un censo para garantizar que la ayuda llegue a los más afectados. «En ocasiones, estos apoyos terminan en manos de activistas políticos, dejando sin asistencia a quienes realmente la necesitan», advirtió.
