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Santiago/AFP
América Latina registró en 2017 «una mejora significativa del resultado primario en varios países», con una reducción del déficit fiscal primario que pasó de 1% al 0,7% del Producto Interno Bruto en 2017, según estudio de la Cepal.
El Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2018 resalta que en 2017 «se verificó una mejora significativa del resultado primario en varios países de América Latina, como reflejo del proceso de consolidación fiscal en la región».
En consecuencia, en el promedio de las economías de América Latina se registró una reducción del déficit primario (saldo previo al pago de servicio de deuda), que pasó del 1% del PIB en 2016 al 0,7% del PIB en 2017. Por su parte, el resultado global promedio se redujo del 3,1% del PIB en 2016 al 2,9% del PIB en 2017.
El informe destaca especialmente el avance que se registró en América del Sur, donde el déficit primario promedio bajó del 1,9% en 2016 al 1,5% del PIB en 2017, aunque éste sigue siendo elevado en algunos países como: Perú (-1,7% del PIB), Brasil (-1,7%), Chile (-2%) y Argentina (-2,5%).
En el norte de América Latina —que incluye a Centroamérica, Haití, la República Dominicana y México— el resultado primario se volvió superavitario y alcanzó el 0,1% del PIB, en comparación con un déficit del 0,2% en 2016.
En países como Colombia, las medidas de consolidación adoptadas permitieron lograr reducciones importantes del déficit primario (que pasó de -1,6% del PIB en 2016 al -0,6% en 2017) y en Uruguay, donde pasó de -1% al 0,3% en 2017.
En el Caribe, en cambio, el superávit primario se mantuvo estable en un 1% del PIB, de acuerdo a la Cepal.
El informe también señala que la deuda pública bruta de América Latina alcanzó un 38,4% del PIB en 2017, un leve aumento de 0,7 puntos porcentuales del PIB en relación con 2016.
Brasil siguió siendo el país con mayor nivel de deuda pública, de un 74% del PIB, seguido por Argentina (53,7%) y Costa Rica (48,8%).
En materia de impuesto a la renta personal, el reporte enfatiza que éste «continúa siendo el talón de Aquiles de los sistemas tributarios», con una recaudación promedio de 1,8% del PIB en 2015,
