MONTEVIDEO/Xinhua
Por Gerardo Laborde
Álvaro Delgado, Yamandú Orsi y Andrés Ojeda serán los principales candidatos que competirán en las elecciones del 27 de octubre en Uruguay por la sucesión del presidente Luis Lacalle Pou.
Delgado (55), del Partido Nacional (PN), que encabeza la coalición de Gobierno de Lacalle Pou, y Orsi (57), del izquierdista Frente Amplio (FA), que busca regresar al Gobierno tras cuatro años en la oposición, se impusieron en sus respectivas elecciones internas celebradas el domingo.
Ojeda (40), en tanto, se posicionó como la renovación del histórico Partido Colorado (PC) y pretende que esa fuerza no se conforme con ser el socio minoritario del PN en la coalición gobernante.
Para el sociólogo Ignacio Zuasnabar, director de Opinión Pública de Equipos Consultores, ahora los partidos políticos deberán definir cómo “enamorar” “al 65 por ciento de los uruguayos que no votó”, aludiendo a que los comicios internos tuvieron una participación del sólo el 35 por ciento del padrón electoral.
En entrevista para la televisión local, Zuasnabar señaló que el “rol central es llegar al votante de centro”.
El Frente Amplio festejó que fue la fuerza política más votada y superó los 410.000 votos en una elección no obligatoria y cerró su fórmula presidencial en la misma noche electoral con la segunda candidata más votada, Carolina Cosse, dejando atrás la campaña interna.
Orsi, intendente de Canelones, el segundo distrito más poblado del país, se impuso 59 a 37 por ciento a Cosse, la intendenta de la capital uruguaya, que tuvo un discurso muy crítico con el Gobierno.
El presidenciable apeló a la unidad, prometió ser “intransigente con la corrupción” y trabajar para impulsar la “pública felicidad” si el FA llega al Gobierno nacional, que ostentó entre 2005 y 2020.
Era el favorito según las encuestas y contaba con el apoyo del expresidente José Mujica y su sector dentro del FA, el Movimiento de Participación Popular (MPP).
A nivel económico, el candidato del Frente Amplio se define como pragmático y no ortodoxo.
La directora de la consultora uruguaya Cifra, Mariana Pomiés, valoró que el FA cerró la jornada electoral con “un mensaje inteligente” en su búsqueda de los votantes de centro ideológico.
Con menos votos de lo esperado, unos 323.000, considerando los antecedentes de las anteriores elecciones internas, el Partido Nacional demoró en realizar el anuncio de su fórmula presidencial con un nombre que sorprendió a los militantes.
El ex secretario de la presidencia Álvaro Delgado aplastó en la interna con un 74 por ciento de los votos a la postulante Laura Raffo, por lo que tuvo vía libre para elegir a quien quiso para acompañarlo en el binomio presidencial.
Delgado anunció que su candidata a vicepresidenta será Valeria Ripoll, de 41 años, una sindicalista del gremio de funcionarios municipales de Montevideo (identificado con la izquierda radical) que hace pocos meses se incorporó al PN.
Esto generó algunos silbidos como muestra de rechazo entre los militantes que desafiaban la gélida madrugada montevideana.
Pomiés se preguntó si la designación de Ripoll es arriesgada y se respondió que “sí, es sorprendente pero queda consolidado el liderazgo de Delgado”.
En su discurso, Delgado indicó que representa “la continuidad de este rumbo que inició Luis Lacalle Pou en este gobierno” y que “hoy dejamos de ser orgullosos militantes del Gobierno para ser militantes de la esperanza”.
El candidato fue el secretario de la Presidencia (asimilable a un primer ministro en otros países) durante el Gobierno de Lacalle Pou, es veterinario de profesión, fue diputado, senador y en 2009 colaboró con Lacalle Pou en la fundación del sector Aire Fresco dentro del PN.
Promete un “segundo piso de transformaciones” utilizando las bases logradas en este quinquenio para convertir a Uruguay en “el país más desarrollado de América Latina”.
En tanto, Ojeda, quien se posiciona como la “renovación”, confirmó el favoritismo que le asignaban las encuestas y al ganar la interna del Partido Colorado con cerca del 40 por ciento se planteó de mínima “poner lo que haga falta para que la coalición vuelva a ganar” y de máxima “liderar la coalición”.
Eso parece algo difícil considerando los últimos resultados, el PC cosechó 101.000 votos la víspera y las encuestas de intención de voto los sitúan a 20 puntos del PN.
Con los nombres de los presidenciables definidos quedó elaborado el menú electoral que tendrán los uruguayos para definir al sucesor de Lacalle Pou, quien goza de altos niveles de popularidad, pero no puede postularse a la reelección inmediata.
La puja electoral muestra dos grandes bloques que se enfrentarían en un balotaje en noviembre próximo entre el candidato de la coalición oficialista, probablemente el del PN, y el del FA.