Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
“No solo tenemos un problema de trata de personas en el país, sino de todo tipo de violencia contra las mujeres. Y el temor a la denuncia”, afirmó Mirna Argueta, coordinadora de “OBSERVALATRATA”, Capítulo El Salvador, al señalar la necesidad de protección adecuada de las víctimas y un mecanismo de registro institucional eficiente para implementar protocolos y atención.
En la conmemoración del Día Internacional Contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, reconocida por la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Personas y la Conferencia de Mujeres, que tuvo lugar en Khaka, Bangladesh, en enero de 1999, que coincide con la primera norma legal a escala mundial contra la prostitución infantil.
El Observatorio Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas (OBSERVALATRATA) que integran Save the Children International, Asmujeres, ORMUSA, Red RAMA CONFRES y las universidades Panamericana, Luterana Salvadoreña y Gerardo Barrios, trabajan en fortalecer un marco legal que garantice la erradicación de este fenómeno de prostitución.
“El problema de la trata está amarrado a la droga, al poder económico existente en este país, lo que limita la denuncia y, obviamente, la normativa jurídica no se aplica, como se debe por diferentes jueces y si tenemos atrás de todas estas gentes con apoyo institucional, al final las personas salen absueltas”, afirmó.
Para Argueta también hace falta apoyo desde la sociedad para demandar que se cumpla la norma jurídica y especialmente a quienes integran el Consejo Nacional Contra la Trata o la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, de quienes lamentó no pronunciarse en momentos coyunturales.
La lucha contra este flagelo, indicó Patricia Portillo de ORMUSA, no solo puede estar en la responsabilidad de la institucionalidad, sino también desde la sociedad civil “en su totalidad”, sensibilizándose en el tema y erradicar una epidemia que afecta alrededor del mundo a más de millones de personas al año, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“La trata de personas es conocida como la esclavitud del siglo XXI, un delito que afecta directamente a niñas, niños y mujeres, por tanto, es necesario que gobiernos y países coordinen y articulen esfuerzos nacionales y regionales, a través de medidas y mecanismos normativos e institucionales efectivos”, reiteró.