Josefina Pineda de Márquez
Maestra normalista
jopima9@hotmail.com
Por supuesto que no significan lo mismo pero muchas veces, cialis tal vez por hacer rápido las cosas ponemos los términos equivocados.
Veamos.
De más es una construcción adverbial.
• Mi anciano abuelo piropeaba a cualquier muchacha y eso que ya tenía varios años de más.
• Las libras de frijol que venden en cierto mercado tienen muchas veces un par de onzas de menos, nunca de más.
• ¡Qué pena, la ropa ya no me queda!… Ah, tengo unas libras de más.
• Si has amado en vida a tus padres, las flores y las lágrimas ante sus tumbas ¿no crees que están de más?
Demás es adjetivo. Significa: otras personas o cosas.
• Los arreglos de rosas en mesas y columnas dará elegancia y belleza. Todo lo demás, sobra.
• ¡Ah, los mercados al aire libre de antaño! Ahí veíamos flores, frutas, verduras, quesos y demás. Todo era más bonito.
• Pues sí, en los Súper de ahora es por demás esperar que tú escojas algunas cosas, todo helado y embolsado.
• Al mercado antes se iba con un canasto o cesta y ahí lindamente ponías tus verduras, tus frutas, especias y demás cosas.
• El “progreso” nos arrebata el encanto de tanto acercamiento entre seres humanos, productos frescos de la tierra, artesanías y demás.
• Está demás que hablemos de las bellezas de antes.
• Esta pregunta está demás.
LATENTE Y PATENTE
LATENTE es oculto, escondido o aparentemente inactivo.
PATENTE es: manifiesto, visible, algo vivo, activo, palpitante con energía (esto último algo poético)
Veamos:
• “En mi abuela lo español era patente”
• Viven latentes en mí las expresiones verbales de mi abuela.
• En el camposanto el recogimiento debiera ser patente.
• La fuerza del amor natural a los hijos era patente en mi madre.
• Es patente en ellas el ansia de superación.
• Está latente en ella ese fervor filial hacia su padre.
• En el año 1950 en mi lindo pueblo se dio la ordenanza municipal: “Ningún cerdo debe andar por las calles”. El aseo y orden aún están patentes en la plaza principal.
• El miedo a los poderosos vive patente en nuestros pueblos desorientados.
De Antonio Muñoz Feijo. (Colombia)
No son los muertos los que en dulce calma
la paz disfrutan de la tumba fría;
muertos son los que tienen muerta el alma
…y viven todavía.
Hasta pronto.
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