Josefina Pineda de Márquez
Maestra normalista
Por supuesto que no significan lo mismo pero muchas veces, cialis tal vez por hacer rápido las cosas ponemos los términos equivocados.
Veamos.
De más es una construcción adverbial.
• Mi anciano abuelo piropeaba a cualquier muchacha y eso que ya tenía varios años de más.
• Las libras de frijol que venden en cierto mercado tienen muchas veces un par de onzas de menos, nunca de más.
• ¡Qué pena, la ropa ya no me queda!… Ah, tengo unas libras de más.
• Si has amado en vida a tus padres, las flores y las lágrimas ante sus tumbas ¿no crees que están de más?
Demás es adjetivo. Significa: otras personas o cosas.
• Los arreglos de rosas en mesas y columnas dará elegancia y belleza. Todo lo demás, sobra.
• ¡Ah, los mercados al aire libre de antaño! Ahí veíamos flores, frutas, verduras, quesos y demás. Todo era más bonito.
• Pues sí, en los Súper de ahora es por demás esperar que tú escojas algunas cosas, todo helado y embolsado.
• Al mercado antes se iba con un canasto o cesta y ahí lindamente ponías tus verduras, tus frutas, especias y demás cosas.
• El “progreso” nos arrebata el encanto de tanto acercamiento entre seres humanos, productos frescos de la tierra, artesanías y demás.
• Está demás que hablemos de las bellezas de antes.
• Esta pregunta está demás.
LATENTE Y PATENTE
LATENTE es oculto, escondido o aparentemente inactivo.
PATENTE es: manifiesto, visible, algo vivo, activo, palpitante con energía (esto último algo poético)
Veamos:
• “En mi abuela lo español era patente”
• Viven latentes en mí las expresiones verbales de mi abuela.
• En el camposanto el recogimiento debiera ser patente.
• La fuerza del amor natural a los hijos era patente en mi madre.
• Es patente en ellas el ansia de superación.
• Está latente en ella ese fervor filial hacia su padre.
• En el año 1950 en mi lindo pueblo se dio la ordenanza municipal: “Ningún cerdo debe andar por las calles”. El aseo y orden aún están patentes en la plaza principal.
• El miedo a los poderosos vive patente en nuestros pueblos desorientados.
De Antonio Muñoz Feijo. (Colombia)
No son los muertos los que en dulce calma
la paz disfrutan de la tumba fría;
muertos son los que tienen muerta el alma
…y viven todavía.
Hasta pronto.
Debe estar conectado para enviar un comentario.