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@arpassv
Siempre que se conmemora la firma de los Acuerdos de Paz el 16 de enero, prostate se plantea la necesidad de nuevos acuerdos para resolver los problemas más urgentes del país. Y la celebración del vigésimo cuarto aniversario, remedy realizada este fin de semana, sales no es excepción: la ocasión es propicia para proponer nuevos acuerdos relacionados con procesos de democratización pendiente.
Una democratización pendiente tiene que ver con la desconcentración de la riqueza y la distribución justa de los ingresos, a través de una reforma fiscal progresiva y una política de salarios dignos para la clase trabajadora.
La democratización económica fue excluida de los Acuerdos de Paz y únicamente se planteó instalar un foro de concertación económica y social que no produjo resultados debido a la falta de voluntad política de las élites empresariales oligárquicas.
Por eso es necesario retomar el debate sobre un “pacto fiscal” que comprometa al Estado con un combate más eficaz de la evasión tributaria y al sector empresarial con el pago de impuestos directos (al patrimonio, las grandes ganancias y transferencia financieras, los productos y bienes de lujo, etc.)
Esto, sumado a una renegociación de la deuda externa y la recuperación de dineros de la corrupción, terminaría con el déficit fiscal y daría al gobierno recursos suficientes para financiar las políticas de inclusión social, reactivación productiva y los programas de seguridad contenidos en el Plan “El Salvador Seguro” elaborado por el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia.
Y sobre los salarios dignos, es necesario un incremento significativo del salario mínimo. En tal sentido, todos los sectores democráticos deben respaldar la propuesta de elevarlo a 300 dólares mensuales, como plantean el gobierno y las organizaciones laborales.
Y otro proceso de democratización pendiente es la reforma en materia de telecomunicaciones que propicie la creación de un modelo mediático más plural y diverso, a partir de las nuevas realidades tecnológicas y los estándares internacionales de libertad de expresión.
El componente deliberativo de la democracia refiere que todos los sectores de la sociedad tienen el derecho a participar en igualdad de condiciones en el debate público, lo cual requiere la mayor diversidad posible de medios públicos, privados y comunitarios. Para eso es necesario revertir la concentración mediática que -dicho por la Relatoría de Libertad de Expresión de la OEA- conspira contra la democracia.
La democratización económica y mediática son, pues, dos procesos pendientes que deben retomarse en el marco de la celebración del XXIV Aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz.
