Telesur
Activistas de 23 países que participan en el VII Seminario Internacional de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, que sesiona en Guantánamo, en el este de Cuba, denunciaron el papel desestabilizador de las cerca de 800 bases militares que Estados Unidos (EE.UU.) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tienen en todo el mundo.
Los asistentes al evento repudiaron los crímenes del imperialismo contra la humanidad y subrayaron que esas instalaciones, de las cuales hay 87 en América Latina y el Caribe, constituyen una herramienta de naciones poderosas para influir en los asuntos de otros Estados.
Además, instaron a que se cumpla la Carta de las Naciones Unidas para evitar una tercera guerra mundial.
Este jueves se dará a conocer la declaración final del encuentro y los delegados visitarán la localidad de Caimanera, limítrofe con la ilegal base naval que EE.UU. mantiene en Cuba desde hace más de cien años en contra de la voluntad de su pueblo.
La presidenta del Consejo Mundial de la Paz (CMP), María do Socorro Gomes, señaló que ahora más que nunca es preciso denunciar que EE.UU., a la cabeza de la OTAN y con sus 600 bases militares en otras naciones, es también el país que mayor número de conflictos ha promovido para construir un orden mundial afín a sus intereses.
Recordó que la Casa Blanca sostiene esas instalaciones “incluso en contra de la voluntad de las poblaciones” y las utiliza “como centros desestabilizadores de los Gobiernos que no encajan con los intereses del imperio”.
Señaló que las deliberaciones del Seminario también han ayudado a recordar cómo EE.UU. presionó política y diplomáticamente a Cuba, a inicios del siglo XX, para apoderarse de los terrenos de su ilegal base naval en Guantánamo.
Este miércoles, el presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Fernando González, exigió la devolución a su país de ese territorio. Además, abogó por la paz en el planeta y agradeció las muestras de solidaridad con Cuba.