@JoakinSalazar
“No sabemos donde están”, denunció Oneyda Marisol Leiva, familiar de uno de los jóvenes detenidos por la Policía Nacional Civil (PNC), de forma arbitraria, desde el 30 de noviembre, por lo que exigen que las autoridades de seguridad informen donde está recluidos.
Familiares y habitantes de la comunidad Santa Marta aseguran que los jóvenes Manuel de Jesús Bonilla y José Antonio Bonilla fueron capturados hace cinco meses por miembros de la Unidad Antipandillas de la PNC, y estos han impedido que sus familiares tengan cualquier tipo contacto con los detenidos.
Según los familiares, los hechos iniciaron la madrugada el 25 de noviembre del 2016, en el cantón Santa Marta, Cabañas, cuando el joven José Bonilla acudió a dar auxilio a una personas lesionada, este llamó a su primo Manuel López para que le auxiliara con su vehículo, para trasladar a la víctima que era agente del CAM, al Hospital de Sensuntepeque. Esto sin percatarse que ya había fallecido.
De igual manera, los familiares aseguran que con esta situación los jóvenes fueron separados. José Bonilla fue llevado a su casa donde le realizaron un cateo, además fue golpeado frente a su familia y luego le impusieron una supuesta arma que pertenecía a él, hecho que afirman no es cierto.
Leonel Rivas, representante de la Comunidad Santa Marta, explicó que “la detención arbitraria de los jóvenes tiene relación con otros intereses de poder”, dado que la víctima que estos trataron de salvar, era miembro del Cuerpo de Agentes Metropolitanos. No obstante, los familiares no quieren detallar sobre esto esperando los resultados de la audiencia preliminar a realizarse mañana jueves.
“Creemos que sí, hay información que no se va a proporcionar por hoy, si el día de mañana no tenemos una respuesta contundente a nuestras demandas, en la próxima conferencia tendremos que dar nombres, creemos que hay personas de alto nivel que han tenido cierta influencia por que la persona que falleció, al ser miembro del CAM, ha tenido determinada presión, por lo que exigimos que se investigue a fondo”, explicó.
Con esta situación, los jóvenes enfrentaron una audiencia inicial en Victoria, Cabañas, en dicha audiencia Manuel Bonilla fue sobreseído de todo cargo, sin embargo, José Bonilla fue enviado a instrucción con medidas alternas a la detención por el delito de resistencia, tenencia, portación y conducción de armas de fuego.
Al salir de esta audiencia, la Unidad Antipandillas detuvo nuevamente a los jóvenes, presuntamente por otro caso, el 30 de noviembre del 2016. Seis días más tarde los familiares desconocen la ubicación de ambos jóvenes. Presuntamente fueron enviados a una cárcel clandestina o lugar de resguardo. Los familiares denuncian que han recibido llamadas de parte de elementos de la Policía en el que les dicen que no intenten liberar a los jóvenes, porque sería imposible. De igual manera aseguran la existencia de un abogado defensor fantasma, que hasta el momento no se ha comunicado con los familiares para resolver el caso. “Yo recibí llamadas de policías que me decían que no pusiéramos abogados porque iba a ser por gusto, íbamos a poner mucho dinero pero ellos no iban a salir de la cárcel, nos decían que era por el bien de ellos y el bien de nosotros, desde ahí se han dado muchas anomalías”, aseguró Leiva.
Y es que en estos “hogares de resguardo”, que para los familiares son cárceles clandestinas, se violenta los derechos fundamentales de los imputados, dado que se les niega sus derechos a la asistencia legal, se desconoce su ubicación y a la fecha no se les ha permitido ningún contacto.