Buenos Aires/PL
Tras volver a Buenos Aires, la expresidenta argentina Cristina Fernández inicia hoy una serie de encuentros con seguidores del desgajado Frente para la Victoria (FpV) y prevé un recorrido por el país, desafiando una intensa campaña para desacreditarla.
En opinión de Oscar Parilli, hasta diciembre el director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), la exdignataria encara una embestida, una campaña de difamación, desprestigio y persecución política y en general contra todos los que formamos parte del anterior gobierno».
«Estamos en una situación donde hay un estado de derecho que está en serio riesgo. Se está viendo afectado por una acción desmedida, inusual, nunca vista desde la vuelta a la democracia en 1983 para acá», recalcó Parilli en entrevista con la agencia Paco Urondo.
Comentó que esta campaña tiene dos objetivos: «el primero, instalar en la opinión pública una suerte de odio, de bronca, contra todos aquellos que fuimos parte de la gestión anterior, por el sólo hecho de haber sido parte de esa gestión».
Se persigue generar -añadió- una imagen de que fuimos un grupo de gente que a lo único que se dedicó durante la gestión fue a cometer delitos penales. Como una suerte de creación de una nueva figura penal que es haber pertenecido al gobierno del FpV.
En segundo lugar, el objetivo de esta campaña de difamación es distraer a la opinión pública de este ajuste brutal, perverso e inédito que están haciendo en la economía argentina, afirmó el exdirector de Inteligencia.
Se implanta en Argentina un plan económico con una devaluación brutal, con una suba de los precios de los alimentos como nunca se había visto, al tiempo que duplicó la deuda del país en los primeros seis meses, «y en los próximos seis meses la van a triplicar», advirtió.
A todo eso, se suman los tarifazos, la pérdida del empleo, los fondos no les asignan a las universidades, lo que hicieron con la Ley de Medios, la persecución a artistas y periodistas, el incremento de la pobreza, de la desigualdadad.
«Intentan tapar todo esto con esta campaña de difamación», aseveró.
Lo están haciendo -aseguró Parilli- a través de los medios hegemónicos de comunicación, concretamente los del Grupo Clarín, La Nación, Infobae y el canal América, «que montan todo un esquema, una escenografía de todo esto».
Como punta de lanzas están dos o tres jueces, y algunos fiscales que responden a la clase política hoy en el poder, como los magistrados Claudio Bonadío, Eduardo Farah y Martín Irurzun, y los fiscales Guillermo Marijuan y Gerardo Pollicita, agregó.
Estos funcionarios del Poder Judicial reiteran y multiplican las causas y allanan tres veces los mismos lugares, mientras los medios afín repiten y especulan sin cesar con informaciones engañosas.
El extitular de la AFI puso de ejemplo cómo propalaron la noticia de que levantaron el secreto fiscal de la expresidenta, y eso ya se hizo en 2014, a instancia de la propia mandataria.
Criticó a la diputada Margarita Stolbizer, de quien dijo «es una consciente útil» porque sabe que todo este programa que están llevando adelante es para ajustar sobre los sectores más vulnerables.
«Es decir, hay evidentemente una persecución judicial y mediática contra la expresidenta, la quieren meter presa, eso es lo que van a hacer. Y de esto es responsable Macri, (el ministro de Justicia Germán) Garavano, los jueces, Clarín y los grupos concentrados», concluyó Parilli.