La orden levantada este viernes impidió a los directivos revelar la voluntad del ejecutivo de incautar los registros comunicativos, de los periodistas Matt Apuzzo, Adam Goldman, Eric Lichtblau y Michael S. Schmidt y así conocer sus fuentes.
Dean Baquet, editor ejecutivo del Times, catalogó los hechos como un asalto a la Primera Enmienda.
De acuerdo con el rotativo, durante las últimas semanas del maganate republicano en el poder, el Departamento de Justicia (DOJ) libró una batalla legal secreta para obtener los registros desde 2017 de llamadas y correos electrónicos de esos periodistas.
La iniciativa salió a la luz tras un último esfuerzo, finalmente infructuoso, de la agencia gubernamental para confiscar los mensajes de Google, que opera el sistema de correo electrónico del Times, y que se había resistido al esfuerzo por obtener la información.
El DOJ informó al medio neoyorquino que la administración de Biden quiso retirar la orden antes de que se produjera cualquier registro y ‘valora fuertemente una prensa libre e independiente, comprometida con la defensa de la Primera Enmienda’.
La Casa Blanca añadió en un comunicado divulgado esta mañana que no tuvo conocimiento de la orden de mordaza hasta el día anterior y que los esfuerzos por obtener registros de los periodistas ‘no son coherentes’ con la agenda del presidente Biden.
Estos hechos se suman a otros escándalos similares divulgados el mes pasado que involucran el espionaje a periodistas de The Washington Post y de la cadena CNN con el fin de descubrir sus fuentes.