@arpassv
Personeros de la derecha empresarial y “académica” coparon los principales medios de comunicación días atrás con denuncias públicas sobre supuestos actos de espionaje en su contra, realizados -según ellos- por la izquierda gobernante.
Una tras otra, instancias de la derecha oligárquica se declararon espiadas por el gobierno y hasta mostraron los dispositivos electrónicos utilizados. Primero la ANEP y la Cámara de Comercio, después FUSADES y finalmente la FUNDE se sumó al coro de las supuestas víctimas de espionaje.
Aún falta que Aliados por la Democracia y el Consorcio por la Transparencia -espacios formados por las mismas ANEP, FUSADES y FUNDE- también denuncien acciones de espionaje.
Es condenable cualquier delito, y toda denuncia sobre su posible cometimiento debe ser investigada por la Fiscalía. Sin embargo, lo de ANEP, FUSADES y compañía parece más una campaña política para victimizarse y señalar al gobierno, empañar la celebración del 25 aniversario de los Acuerdos de Paz y el debate sobre nuevos acuerdos de país, y desviar la atención pública de los temas relevantes.
Con las deuncias de espionaje, la derecha oligárquica logró bajarle perfil mediático a la oposición de ARENA a la aprobación del presupuesto estatal, a su retiro de la mesa de negociación sobre la crisisi fiscal y a la negativa de buscar nuevos acuerdos nacionales con la mediación de Naciones Unidas.
La significativa reducción de los homicidios y las denuncias contra empresas que no quieren aplicar el aumento al salario mínimo, son temas que también pasaron a segundo plano porque los supuestos actos de espionaje contra la derecha empresarial y oenegera dominaron la agenda de los grandes medios.
Las denuncias de espionaje de ANEP, FUSADES y FUNDE también son un indicador de la pobreza mental y la falta de propuestas de dichas entidades: no tienen más que decir o plantear, que hacen el ridículo con tal de mantenerse en los medios e instalarse en el debate público.
Hay que investigar el supuesto espionaje y, de comprobarse que no es cierto, habría que procesar a los denunciantes por falso testimonio y difamación.
Y frente a la agenda sesgada, superficial y distractora que promueve la derecha oligárquica en su medios de comunicación, la ciudadanía crítica y los medios democráticos deben construir una agenda alternativa con los temas de real interés público.
El combate contra la evasión y elusión fiscal, la reforma al sistema de pensiones, la lucha contra la corrupción, el financiamiento de la seguridad pública y la reversión del deterioro ambiental, son temas inevitables de esta agenda de país.
La consolidación de los programas de protección social, la ruptura con el neoliberalismo, la despenalización del aborto y nuevos incrementos al salario mínimo, también deben incluirse en esta agenda contrahegemónica.