Alma Vilches
@AlmaCoLatino
El Colegio Médico expresó que sobre la suspensión de las doctoras y sus compañeros quienes las apoyaron, se buscó una solución racional, pero desde el pasado 20 de mayo que inició la problemática, hasta este momento, no se ha llegado a ningún resultado positivo.
Asimismo, denunció que los internos suspendidos del Hospital Rosales han sido sustituidos por traslados del Hospital El Salvador, a fin de llenar ese vacío, aunque esta es una acción parcial que no resuelve el problema, porque con la ausencia de residentes internos sería imposible el trabajo del Sistema Nacional de Salud.
El presidente del Colegio Médico, Roberto Montoya Argüello, dijo que el pasado 10 de agosto entregaron una solicitud al Ministerio de Salud, para entablar una mesa de diálogo, con el objetivo de restituir en sus puestos a las doctoras e internos suspendidos.
“Se nos recibió la nota, pero no se nos ha respondido, estamos esperando los 10 días hábiles que da la Ley de Procedimientos Administrativos señala, ellos no han cometido ningún delito contra nadie en cuestión de cómo se desarrolla la parte ética y deontológica de la carrera de Medicina”, sostuvo. Montoya aseguró a que a las doctoras residentes y médicos internos suspendidos de sus puestos, se les está vulnerando el
derecho al aprendizaje y existe un bloqueo académico, de acuerdo a la Ley Especial para la Regulación de las Prácticas Clínicas de los estudiantes del internado rotatorio, en el año social y médicos residentes por una falta grave solo se puede aplicar 15 días de suspensión.
“Si fuera un gobierno muy caprichoso podría decir que preside de estas plazas y ya no se le va a pagar, ya que el interno gana $416, pero no le pueden impedir continuar con su derecho de aprendizaje, ni coartar el derecho a seguir creciendo académicamente, porque la Construcción le otorga el derecho a aprender y mejorar su capacidad intelectual”, recalcó en la entrevista de YSUCA.
Asimismo, manifestó que el gremio médico salvadoreño se siente cada vez más indignado por la conducta de los responsables de las políticas de salud, del estado carencial en los hospitales y centros de atención de primer, segundo y tercer nivel, así como del trato laboral antijurídico a los médicos.
“En los 8 o más años de estudio se reciben sólidos conocimientos académicos y se moldea el carácter del médico en el servicio de salvar vidas, soportar toda clase de situaciones que otros no soportarían, como asistir con verdadera empatía y cariño a un enfermo que está en la etapa final de su vida y que no tiene un pariente que le acompañe en ese tránsito hacia la otra vida”, aseguró el presidente del Colegio Médico.