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La mayoría de deportados salvadoreños provienen de los departamentos de San Miguel, San Salvador, Santa Ana y Ahuachapán. Foto Diario Co Latino/ Archivo

Deportados salvadoreños no ven condiciones para quedarse en el país: Celia Medrano

“Las niñas, niños y adolescentes pueden estar llevando la peor parte. En 2024, de enero a diciembre, fueron deportados 15,003 migrantes salvadoreños, un 12% más en comparación con el 2023”

Gloria Silvia Orellana

@DiarioCoLatino

“Se desconocen programas efectivos para la reintegración de salvadoreños deportados desde Estados Unidos como parte de políticas anti migratorias impulsadas por el gobierno actual estadounidense”, afirmó Celia Medrano, experta en derechos humanos y migración.

Muchos deportados no ven condiciones para residir en el país, luego de ser detenidos en las redadas de la policía federal, por no contar con su documentación en regla. Y cuyos testimonios dan cuenta de la “grave situación” que atraviesan en el proceso de deportación, dijo Medrano.

Del mismo modo, resaltó las razones que los llevaron fuera del territorio nacional, que coinciden en que migran por mejores oportunidades de vida, ayuda a sus familiares y por la escasez de trabajos dignos en su tierra natal.

“Personas migrantes salvadoreñas que han trabajado hasta 20 años en Estados Unidos, que no han cometido delitos en ese país, son arrestados y tratados como criminales por encontrarse en condición migratoria irregular”, señaló Medrano.

“Sus hijas e hijos nacidos en Estados Unidos quedan sin sus padres, los que enfrentan cortos procesos de deportación sin que se consideren condiciones de riesgo que puedan enfrentar en su país de origen”, expresó Medrano.

En cuanto a la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), de El Salvador, sólo han declarado que “no poseen datos actualizados”, de las personas deportadas, dijo Medrano, quien lo lamentó porque esas cifras y estadísticas deben servir para el análisis, y la misma formulación de políticas para atender a esta población.

Información que se debió tomar en cuenta desde las promesas de campaña del presidente Donald Trump, para su segundo mandato, y que debió sobreentender que pasaría sobre este tipo de acciones de deportaciones masivas, y como Estado prepararse para atender a esta población retornada.

“Los datos no son del conocimiento público en El Salvador, es decir, no se sabe ¿en qué condiciones llegan las personas deportadas?, ¿cuántos son?, ¿quiénes vienen en condiciones de mayor vulnerabilidad?, ¿cuántos son niñas y niños o personas con perfiles críticos de su salud?”, lamentó la defensora de los Derechos Humanos.

“Del aeropuerto salvadoreño son llevados por las autoridades al Centro de Atención del Migrante, y solo se conocen algunas de sus historias cuando comunicadores no alineados al oficialismo tienen la oportunidad de conversar con ellos o con los familiares que les esperan en las afueras de las instalaciones gubernamentales”, explicó Medrano.

Las declaraciones de los familiares que llegan a recoger a sus parientes deportados coinciden que es un “proceso complicado emocionalmente”, porque muchos han compartido que luego de sus detenciones fueron mezclados con poblaciones de criminales condenados, mientras esperaban su deportación, así como los malos tratos por parte de las autoridades.

“La mayoría tiene temor de hablar con periodistas por represalias tanto en El Salvador como en los Estados Unidos. Son pocos los que deciden hacerlo. Sus historias evidencian que lo han perdido todo, y que no ven en El Salvador condiciones para quedarse”, sostuvo.

“En Estados Unidos viven cerca de 2,5 millones de salvadoreños inmigrantes y los que han nacido en ese país de padres salvadoreños. Estas personas son un importante sostén para sus familias en El Salvador y también para la economía salvadoreña”, advirtió Medrano.

En el año 2024, dijo Medrano, El Salvador recibió 8.479,7 millones de dólares en remesas familiares, una cantidad que representa el 23% del PIB, por lo que las deportaciones masivas amenazan con tener un impacto económico en el país, valoró.

“Las niñas, niños y adolescentes pueden estar llevando la peor parte. En 2024, de enero a diciembre, fueron deportados 15,003 migrantes salvadoreños, un 12% más en comparación con el 2023”, refirió.

“La mayoría proveniente de los departamentos de San Miguel, San Salvador, Santa Ana y Ahuachapán. De estos 15 mil migrantes deportados, 2 mil 529 eran menores de 18 años, de los cuales 700 no tiene ningún tipo de estudio o escolaridad, y 331 solo parvularia”, aseguró Medrano.

Y que de esa población infantil 514 fueron deportados sin un familiar acompañante, los que fueron categorizados como «niñez migrante no acompañada», que deja en situación de indefensión en sus derechos humanos.

“Un 5% de estos niños fueron repatriados desde México y de otros países. 4 mil 779 eran niñas y adolescentes mujeres, de las cuales un 22% aseguró que migraron por reunificación familiar. El 94% fueron deportados desde los Estados Unidos”, puntualizó Medrano.

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