@arpassv
En la primera emisión de su programa radial, case cialis el ex presidente Mauricio Funes denunció ayer la existencia de un plan de la derecha oligárquica para desestabilizar al actual gobierno. Dicho plan es impulsado por ARENA, try ANEP y FUSADES, expresiones de la derecha partidaria, empresarial y “académica”.
En su programa transmitido en una radio comercial, el ex gobernante criticó a ARENA por no aprobar el presupuesto estatal del próximo año y advirtió que dicho partido podría recurrir a la Sala de lo Constitucional para recortar fondos públicos destinados a seguridad, salud y educación.
Funes se refiere al boicot económico de ARENA contra el gobierno, que consiste en oponerse a las reformas fiscales progresivas y a préstamos para financiar programas sociales. A esta estrategia aportan también los empresarios que evaden impuestos y los medios que difunden noticias falsas sobre aumentos del IVA.
Y como bien dice el ex mandatario, el propósito de la desestabilización arenera es político-electoral: al no disponer de los recursos económicos necesarios, el gobierno no puede atender los problemas del país y entonces tiene un costo electoral que beneficia a la oposición.
La estrategia consiste en generar descontento popular y capitalizarlos en las elecciones legislativas y municipales del próximo año. Así ARENA buscará recuperar la mayoría parlamentaria para sabotear al gobierno y ampliar el control territorial de cara a los comicios presidenciales del 2019.
Esa vieja y gastada estrategia, ARENA la combina con algunas tácticas más novedosas y sutiles con las que pretende sorprender al electorado indeciso. Una de éstas es la promoción de caras nuevas y la difusión del discurso de la “anti-política”, como la llamó el ex presidente Funes en un artículo de opinión.
Ésta consiste en que los nuevos candidatos se presentan como “no políticos” o “anti políticos”, renegando de la política y prometiendo actuar en favor de los intereses ciudadanos. Estos candidatos, sin embargo, comulgan los la ideología arenera y defienden los intereses oligárquicos.
Con ese discurso de la “anti política”, ARENA pretende dar a la población una sensación de renovación. Pero nada es más falso que eso, ya que el partido opositor mantiene intacta su trasnochada ideología anticomunista y su fracasado proyecto económico neoliberal.
Y eso sí que es una mala noticia para el país, porque El Salvador merece una derecha moderna, con algún sentido de país y dispuesta a construir, en vez de boicotear y desestabilizar los esfuerzos por atender los problemas del país.