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Deriva boliviana

Luis Arnoldo Colato Hernández

Desde Oruro hasta la Paz, Cochabamba y El Alto; las masivas movilizaciones de la ciudadanía boliviana, ocultadas por la gran prensa, ya ha recuperado el control de dos de las cámaras del legislativo para el MAS, a pesar de la represión desplegada desde el régimen de facto establecido en la capital, que ya costara como mínimo veintitrés bolivianos asesinados en la semana transcurrida desde el golpe y por las fuerzas policiales y militares, cinco de los cuales fueran ejecuciones confirmadas por el personal sanitario el viernes 15, en Cochabamba, a la vez que se concretara un cierre mediático nacional, censurándose por completo la información surgida del proceso boliviano, de entre lo que podemos destacar la agresión sufrida por la misión médica cubana, el mismo día por parte de elementos de la fuerza pública boliviana que no solo les agredió físicamente, además de negarles agua mientras fueron interrogados, o que se comunicaran con su misión diplomática, en el marco de la campaña que en contra de ciudadanos cubanos se emprendiera, acusándoles de ser los organizadores de las protestas, desde los estamentos golpistas, y que solo fueran liberados luego que la jefa de la misión hiciera pública denuncia del atropello en cuestión.

Tales acciones por parte del golpismo son análogas únicamente a las violaciones sufridas a manos de los regímenes militares, que también fueron ilegítimos, y que solo se sustentaron en el apoyo de EE.UU.

Tampoco en el seno de la OEA el apoyo al golpismo es granítico, pues las legaciones mexicana, nicaragüense, cubana y paraguaya, no solo la cuestionan, sino además señalan la complicidad del organismo en el golpe, al tiempo que el secretario general del mismo elucubra que aquello fue “…un autogolpe fracasado…”.

Tales hechos evidencian crudamente que la OEA es apenas un justificador del intervencionismo estadounidense.

Otros hechos destacables son el retiro de las credenciales de al menos el 80 % del personal diplomático boliviano en sedes extranjeras, al tiempo que Bolivia anuncia que se retira de Una Sur, ALBA y la Celag, en un movimiento que busca el rompimiento con los proyectos político económicos que permitieron superar el atraso económico, y que lograra el modelo desarrollista alabado por el BID, FMI, BM, sacando de la pobreza a 4,000,000 de personas, liberado del analfabetismo al país en pleno, y logrando una participación ciudadana en los hechos políticos sin paralelos en el cono sur o en la historia reciente regional.

Entonces, el soberano desafía, se crece en la organización de los sectores populares en resistencia, declarando su disposición a la lucha, en el afán de recuperar lo que se le ha arrebatado: las conquistas políticas, económicas y sociales logradas en los últimos trece años, en la incursión política de los desheredados, en el arribo de los excluidos, en la concreción de una democracia efectiva.

Y ello, es uno de los problemas, pues como en ningún otro lugar en nuestra América, Bolivia ha conquistado -con sus peros- una democracia efectiva, esta, que se defiende ahora en las calles del país.

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