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Oscar Martínez Peñate
Politólogo y Dr. en Ciencias Sociales
“Un árbol de caoba pude tener 40 años y un experto con sierra o hacha lo derriba en un par de horas. La raíz queda y costará arrancarla”.
Carlos Marx y Federico Engels en el Manifiesto Comunista, iniciaron el capítulo I, con la frase, “La historia de la humanidad hasta nuestros días, es la historia de la lucha de clases”. No obstante, la historia de El Salvador hasta el año 2019, fue la historia de la corrupción, para ejemplo, los robos fueron de Cristiani $1,496 millones, Calderón Sol $146 millones, Francisco Flores $2, 486 millones, Antonio Saca $410 millones, Mauricio Funes $351 millones y Salvador Sánchez Cerén $147 millones, juntos robaron $5,033 millones. Esto sin tomar en cuenta los millones de dólares en sobresueldos de los seis gobiernos.
En este mismo orden de corrupción, los dirigentes de ARENA fueron los autores intelectuales del magnicidio de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, y el FMLN instrumentalizó utilitariamente con fines políticos-propagandísticos y electoreros la figura de Romero, llegando al extremo que Mauricio Funes visitó la tumba el 1 de junio de 2009, horas antes de su investidura como presidente de El Salvador, en donde le prometió hacer un gobierno honrado y justo, sin embargo, su gobierno fue corrupto y culpable de miles de asesinatos de salvadoreños honrados, a causa de la tregua que hizo con las pandillas. Además, de traicionar a Monseñor Romero, de la misma manera, el FMLN traicionó los ideales revolucionarios de Farabundo Martí.
Los dirigentes del FMLN critican y condenan la emisión de la orden de captura del expresidente Alfredo Cristiani y del dirigente de izquierda Rubén Zamora; ambos están implicados en crimines de lesa humanidad, es decir, en la masacre de los jesuitas y en el Mozote, contra esos criminales no hay constitución ni leyes nacionales que los puedan perdonar o blindar, porque son agravios contra la humanidad, tal y como está contemplado en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. El Salvador, con esta acción muestra una cara del país muy buena.
Los actuales dirigentes del FMLN se oponen a las reformas a la Ley Especial Contra Actos de Terrorismo, que es una normativa que sigue los lineamientos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en el combate contra ese flagelo internacional. El FMLN pone en evidencia con su rechazo, el vínculo que ha tenido con las pandillas, no hay que olvidar que las maras cogobernaron con ARENA y el FMLN, sus cúpulas formaban parte de la estructura criminal.
Para el FMLN los dirigentes prófugos de este partido son respetados por sus obras, es absurdo, cómo el ciudadano salvadoreño va a respetar a prófugos que están huyendo porque no pueden demostrar ante las autoridades su enriquecimiento ilícito.
Día a día, los pueblos despiertan de los engaños, así El Salvador despertó en el 2019 y en el 2024 reafirmará su despertar.
