César Ramírez
@caralvasalvador
En su informe El Salvador: Declaración al término de la misión sobre la Consulta del Artículo IV de 2016 FMI, Enfoque del Artículo IV: El reto de un crecimiento insuficiente (Fragmentos) 1. El crecimiento del PIB ha tenido un promedio de 2 por ciento durante el periodo 2000-2014, por debajo del promedio de la región de Centroamérica de 4,5 por ciento. 2. En cuanto a estas explicaciones propuestas, El Salvador no parece estar en una situación sustancialmente peor que la de sus vecinos, quienes presentan un crecimiento más rápido. 3. El bajo crecimiento alimenta una serie de círculos viciosos. Obstaculiza la disminución de la alta tasa de criminalidad y la mejora del nivel de escolaridad, fomenta la emigración y debilita la participación en la fuerza laboral, además de crear presiones fiscales (ya que las demandas sociales siguen aumentando mientras que los ingresos tributarios continúan siendo moderados). 4. “Desafortunadamente, la polarización política es un obstáculo incluso para una reforma gradual. El plan quinquenal de las autoridades apropiadamente sitúa al crecimiento como la prioridad absoluta y se han diseñado y llevado a cabo muchas medidas. Existe un amplio consenso sobre la necesidad de aumentar el crecimiento inclusivo y la eficiencia del sector público, así como para reducir el crimen y la corrupción. No obstante, los principales partidos políticos se encuentran lejos de converger en la manera de lograr estos objetivos, lo cual resulta en un punto muerto legislativo, el cual eleva las vulnerabilidades”… El FMI continúa su informe alentando a las reformas para el crecimiento: flexibilidad de salarios, evitar prácticas no-competitivas, aumentar la escolaridad, reducir el crimen y la corrupción… etc.
La observación número 4 es significativa puesto que refiere una continua visión conflictiva entre partidos políticos durante décadas, la cual no beneficia en nada a la nación, es notable y persistente la creación de una imagen negativa del adversario olvidando que el objetivo de la política es “hacer el bien”, es construir nación, es un legado para las siguientes generaciones, pero en nuestra nación el muro de Berlín aún vive en las calles de San Salvador, el muro divide a rojos y blancos, comunistas y fascistas, Estados Unidos y la URSS permanecen en la mente de los políticos, ese modelo imaginario genera el temor al enemigo mortal; la consciencia de la guerra civil continúa porque la realidad no ha cambiado en relación al modelo económico. Los monopolios, la exclusión, la enorme concentración económica oligárquica sigue tan vigente como en el siglo pasado, permanece inalterable generando pobreza.
Reducir nuestro destino nacional a simples argumentos ideológicos nos conducirá a la ruina histórica, olvidando los verdaderos problemas que existen, el daño a la economía por el bloqueo al financiamiento del Estado con empréstitos, impuestos o reformas tributarias obligará a los gobernantes a recursos sorprendentes, pero dentro del marco de la institucionalidad, acciones que han sucedido en otros países con marcos similares de eventos económicos o grandes depresiones capitalistas, algunos ejemplos: México, Argentina, Brasil, Grecia, Perú, acá no se inventará nada nuevo con las medidas fiscales que la nación requiere para salvar la economía, puesto que la Constitución permite en casos excepcionales soluciones categóricas y pragmáticas, pero también es posible eliminar la polarización con buena voluntad política.
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