Buenos Aires/AFP
Desde la presidenta Cristina Kirchner hasta el astro del fútbol Lionel Messi se unieron al pedido de «Ni una menos», sildenafil para decir basta a los feminicidios en Argentina, seek donde una reciente serie de crímenes de mujeres a manos de sus parejas o exparejas sacudieron a la sociedad.
La movilización se concentrará frente al Congreso de la nación en Buenos Aires a partir de las 17H00 locales (20H00 GMT), y tendrá réplicas en 24 provincias, además de Chile y Uruguay.
«Basta de femicidios. Desde Barcelona nos sumamos hoy a todos los argentinos para gritar bien alto #NiUnaMenos», dijo el mensaje firmado por Lio Messi en la red social Facebook.
Por su parte Kirchner advirtió sobre lo que considera «una cultura devastadora de lo femenino, cualquiera sea su lugar», sostuvo a través de las redes sociales.
Kirchner cuestionó incluso otras formas de «violencia» como «el piropo, grosero, soez, bajo» y programas de televisión que muestran «a la mujer cosificada, lolas (senos) y colas tocadas en público y medidas por IBOPE», la empresa que mide el rating de TV.
«La mujer convertida en objeto: Y si entonces en sólo una cosa, siempre habrá alguno que piense que puede romperla si no la tiene», sostuvo Kirchner.
La marcha se prevé masiva al contar con el apoyo de organizaciones humanitarias, estudiantiles, sindicales, judiciales, todos los partidos políticos e incluso de la Iglesia católica, culto mayoritario en Argentina.
«¡Basta de violencia contra la mujer! ¡Ni una menos! ¡Valoremos y respetemos la vida siempre, de punta a punta!», expresó la Acción Católica Argentina, una organización laica que depende de la Iglesia, para convocar a la marcha.
El reclamo principal es que se aplique la ley de protección integral contra la violencia hacia las mujeres, aprobada en 2009 pero hasta ahora sin una reglamentación efectiva para proteger a las mujeres víctimas de violencia doméstica.
«Esta movilización tiene lugar porque hubo tres feminicidios emblemáticos recientemente», explicó a la AFP Fabiana Túñez, de la ONG Casa del Encuentro, que divulga cifras sobre feminicidios en un país sin estadísticas oficiales sobre el tema.
Detonantes del estupor
Los casos que menciona Túñez son el de dos mujeres, una acuchillada en un kínder frente a sus alumnos bebés, otra apuñalada en un bar porteño a plena luz del día y el de una niña de 14 años embarazada y cuyo novio quería obligarla a abortar.
Esta última, Chiara Páez, según la investigación asesinada a golpes por su novio de 16 años con ayuda de la familia de él y enterrada en el patio de la casa, detonó el mes pasado la campaña en las redes #NiUnaMenos.
«Esto marcó un punto de inflexión social y político», apuntó Túñez.
Según esta ONG, en 2014 se produjeron en Argentina 277 feminicidios como resultado de los cuales 330 niños quedaron sin madre. Eso significa que una murió cada 31 horas.
La ley no es mágica
Argentina cuenta desde 2012 con una ley que pena con cadena perpetua al hombre «que mate a una mujer o a una persona que se autoperciba con identidad de género femenino».
Los organizadores consideran que solo con la ley no es posible frenar este flagelo y exigen la aplicación de un plan de erradicación de la violencia y la elaboración de estadísticas oficiales.
Además, piden una reforma educativa para instruir en todos los niveles la problemática de la violencia de género y capacitar a personas para acompañar a las mujeres objeto de violencia, especialmente de quienes denuncian y son amenazadas por ello.
Una encuesta divulgada el martes por el ministerio de Desarrollo Social de la alcaldía de Buenos Aires reveló que seis de cada diez mujeres dijeron haber sido víctimas de violencia psicológica y dos de cada diez denuncian haber sido agredidas.
La justicia cuenta con instrumentos para defender a una mujer amenazada pero hasta ahora todo ha sido insuficiente.
Según Túñez, el debate por la aprobación de la legislación ayudó a la «concientización de la sociedad acerca del impacto que tiene la violencia de género. Antes se hablaba de crímenes pasionales. Ahora es violencia de género», recordó.