Santo Domingo / AFP
Annet Cárdenas
Alba Bencosme llora la muerte de su hija por dengue, enfermedad que roza el umbral epidémico en República Dominicana. Pese a su desenfrenada propagación, las autoridades aún no declaran una epidemia y colocan decesos como este en «estudio».
Suman en el país 3.433 casos de dengue desde enero y hasta el 22 de junio, frente a 1.558 en todo 2018, según un boletín del Ministerio de Salud Pública, que contabiliza tres niños muertos.
Los menores de 15 años representan 86% de los afectados.
El caso de Luz Alba, la hija de Alba Bencosme, está «en proceso de investigación», por lo que no forma parte de los registros oficiales, señaló a periodistas el ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas.
Sin embargo, los médicos que trataron a la niña, que tenía cinco años, confirmaron a la familia que contrajo la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti.
«Autopsia médico legal en estudio», reza el certificado de defunción que muestra Bencosme a la AFP, al cuestionar que se omita la causa del deceso.
Alarmados por la fiebre de la menor de sus tres hijos, Bencosme y su esposo la llevaron al hospital infantil Robert Reid Cabral en Santo Domingo, capital de la nación isleña.
Es el único centro del país con recursos para enfrentar una potencial epidemia de dengue, pero sus 40 camas resultan insuficientes para la cantidad de niños que abarrotan la emergencia.
Las autoridades aún no declaran una epidemia, pero sí han pedido a la población extremar medidas contra el mosquito que se propaga con facilidad en las fuentes de agua.
Observando una foto de Luz Alba, que comenzaría la primaria, Bencosme asegura que durante los 11 días que su hija permaneció hospitalizada vio morir a otros ocho niños por dengue.
«Mi hija murió de dengue, no sé por qué no lo quieren reconocer», afirma indignada.
– Clima, factor importante –
La directora del hospital, Nereida Solano, sostiene que a inicios de año recibían de dos a cinco casos diarios. Actualmente «estamos recibiendo un promedio de 20».
Para diferenciar el estado de los niños, se colocan cartillas de colores en las camas a la manera de un semáforo: verde para pacientes estables; amarillo para signos de alarma; y rojo para enfermos críticos.
También hay cámaras en las diez camas de cuidados intensivos. El área de espera es descrita por los padres como «la sala del espanto», pues cada vez que se abre la puerta temen que sea para informar de un nuevo deceso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el dengue es «rara vez mortal», pero sus complicaciones pueden ser fatales y no hay tratamiento específico.
Wilson Roa, presidente del Colegio Médico Dominicano, dijo a la AFP que puede haber «hasta 27 fallecidos».
Pero el ministro defiende su actuación indicando que se han reforzado las medidas preventivas, con eliminación de vectores y fumigación.
El clima -con un aumento de las lluvias este año y a las puertas de la temporada ciclónica- ha sido un factor importante en la reaparición cíclica del dengue, indicó el infectólogo Clemente Terrero, quien atendió a Luz Alba.
A ello se suma la aglomeración de personas en lugares con problemas de abastecimiento de agua, añade.
– «La epidemia apenas comienza» –
La precariedad en el suministro de agua obliga a habitantes de las zonas más empobrecidas a almacenarla en envases que se convierten en criaderos potenciales de mosquitos.
Jury Urbáez, cuyo hijo de 13 años fue hospitalizado por fiebre persistente, conoce el peligro. «En la casa no tenemos agua corriente. No llega. Tenemos que usar tanques, y le echamos cloro y todo, pero uno nunca sabe», dice.
Según la Encuesta Demográfica y de Salud 2013, 92,9% de la población urbana y 80,7% en zonas rurales tiene acceso a agua potable. Pero en la práctica, solo 11% de la población urbana recibe servicio continuo.
El Ministerio de Salud recomienda tapar el agua almacenada, limpiar los tanques con cloro, eliminar recipientes con residuos de agua y acudir al médico ante síntomas de la enfermedad como dolor de cabeza, fatiga, vómito y sangrado en las encías.
«Este año ha sido señalado como epidémico por la OPS/OMS en Latinoamérica. Las crisis con el dengue se han vuelto cíclicas, porque el virus es endémico en República Dominicana», explica Terrero.
Tras un descenso sostenido durante tres años, esta vez «el brote ha sido muy grande y agresivo», remarca el especialista. «La epidemia está comenzando y tenemos que prepararnos para lo peor», advierte.