José Roberto Osorio
Sociólogo
Según definiciones oficiales, medicine el “alumno(a) desertor, es aquel que abandona la escuela sin haber terminado los estudios exigidos (sic) del ciclo escolar en que se matriculó”.
La deserción escolar es un fenómeno originado en múltiples causas, de naturaleza económica, social, institucional y familiar. Es un problema que afecta a estudiantes, sus familias, a la comunidad; a la sociedad, la economía y a las posibilidades de desarrollo del país.
La deserción implica asimismo familiar y economía y la sociedad. Tiene un costo para el sistema educativo público y para el país en general, en tanto ya se ha realizado una inversión en cada estudiante que abandona el centro educativo y la misma se transforma en pérdida al no cumplirse el objetivo previsto.
De acuerdo al censo escolar que de manera efectiva se administra y procesa por el MINED, en 2012, 99,581 estudiantes abandonaron el sector público educativo, por distintas causas.
La matrícula escolar en ese año fue de 1,467,374 estudiantes, por lo cual la deserción representó el 6.8% de la matrícula en el sector público. La cifra podría estimarse baja o poco significativa, pero los casi cien mil estudiantes que abandonaron las aulas son personas que tienen el derecho de continuar y finalizar sus estudios, haciendo efectivo el derecho humano a la educación.
43,123 estudiantes que se retiraron de la escuela eran del sexo femenino (43.3 %) y 56,458 del sexo masculino. (56.7%).
Según estimaciones técnicas realizadas, en el período 2008-2010 la deserción tuvo un costo de US$83.8 millones. Como se ha indicado, la cifra no es costo, es pérdida ya que son recursos sociales que no generan resultados y además no se pueden recuperar. Completando esta visión, un cálculo simple que combina el costo promedio anual por estudiante en los niveles de educación básica y media en 2011, muestra una cifra de US$440.49. De mantenerse esta cantidad para 2012, la pérdida social por deserción escolar ascendería a US$43,864,434.69, solo en el año comentado.
En cuanto a los factores o causas que producen deserción, la de más impacto fue “cambio de domicilio” con un 30.09%, (29,967 estudiantes), de los casos. En seguida, “cambio de escuela” ocasionó que el 8.99% de los alumnos matriculados en ese año abandonaran sus estudios. Sobre esta causal convendría profundizar si implica traslado a otro centro educativo, lo que podría modificar las cifras.
En orden de importancia, la “delincuencia” ocasionó que 7,416 estudiantes (7.45%) abandonaran las aulas. “Trabajo agrícola”, es otra causal de deserción escolar, situación que afectó al 7.34% de la matrícula total en 2012. (7,313 estudiantes).
En incidencia decreciente, la siguiente causal: “Padres no quieren que asista a la escuela”, produjo que se retiraran de estudiar el 5.61% de los alumnos matriculados en el sistema público en 2012. (5,586 estudiantes). Es causa llama particularmente la atención y por ello es propicio averiguar si padres y madres, preocupados por la seguridad de sus hijos impiden que estos asistan a centros educativos ubicados en zonas de elevado riesgo social y criminal o, si representa la oposición de los progenitores a que sus hijos asistan a la escuela debido a prejuicios sobre el funcionamiento del sistema educativo, en términos de la poca de los estudios en la vida laboral de l
El “bajo rendimiento académico”, es la sexta causal de mayor incidencia en la deserción escolar, factor por el que abandonaron la escuela 5,496 estudiantes. (5.51%).
Causas como: ”abandonó el país”; dificultades económicas” afectaron cada una, a más del 4% de la matrícula en 2012.
Es obvio que, causas que se relacionan con el funcionamiento global de la economía y la sociedad se encuentran fuera del ámbito de actuación exclusiva de l. Pero, como, “cambio de domicilio”; “cambio de escuela”, “bajo rendimiento académico”, “padres no quieren que asista a escuela”, “son susceptibles de cambio debido a intervenciones de las propias familias, directivos escolares, docentes.
La aspiración debería ser que la deserción escolar tuviese un valor cercano a cero, (0), lo cual mostraría un sistema con una capacidad total de retención de los estudiantes, debido a su excelente funcionamiento, mediante el apoyo de las comunidades y decisiones familiares favorables para la permanencia de los hijos en la escuela.