La Habana / PL
La nueva versión que ahora atribuye a emisiones de microondas las presuntas afectaciones a diplomáticos de Estados Unidos en La Habana fue desestimada por un alto funcionario diplomático cubano citado hoy en el diario Granma.
Ni siquiera esta teoría de las emisiones de microondas respalda la multiplicidad y diversidad de síntomas que según el Departamento de Estado han sufrido los supuestos afectados, declaró a Granma Carlos Fernández de Cossío, director de la Dirección general de Estados Unidos de la Cancillería cubana.
A medida que pasa el tiempo, esos argumentos pierden cada vez más veracidad… es imposible demostrar lo que no ocurrió y Estados Unidos lo sabe, añadió.
‘Comenzaron (el gobierno estadounidense) por la teoría de ataques sónicos, que no resistió el análisis de la comunidad científica y de la investigación policial realizada por ambos países. Luego acudieron entonces durante breve tiempo a la hipótesis de un ataque viral, que fue desmontado por falta de sustento’, recuerda Cossío.
Desde hace meses hablan de una contusión cerebral ‘sin que una contusión’ haya tenido lugar y lo adjudican solo a cuatro de los diplomáticos, indicó.
Cossío comentó que para esta última versión sobre la afectación de personal estadounidenses en La Habana a causa de la presunta utilización de microondas, según divulgara recientemente el diario The New York Times, tampoco hay evidencias ni conclusiones apegadas a las ciencias que la puedan sostener.
‘Lo que sí se ha demostrado, lo que científicos de Cuba, Estados Unidos y otros países sostienen y que el Gobierno de la Isla está diciendo desde el principio, es que es falsa la existencia de ataques y eso lo sabe perfectamente el Gobierno norteamericano, porque ha tenido múltiples maneras de comprobarlo’, reitera.
Cossío recordó que en ningún momento las autoridades estadounidenses han permitido el acceso a las historias clínicas de los supuestos afectados ni han hecho referencia a padecimientos anteriores que pudieron haber tenido.
Tampoco han examinado las prácticas comunes de esas personas, que quizá podrían explicar en cierta medida los síntomas que según el Departamento de Estado se han reportado.
‘No ha existido ni ataque ni acto deliberado contra ninguno de los diplomáticos de Estados Unidos en La Habana y el Departamento de Estado lo sabe’, reiteró el alto funcionario diplomático cubano.
El uso del término ‘ataque’ entraña una manipulación política deliberada que cumple con una agenda predeterminada y perjudica a ambos países, señaló el Director de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
Aseguró que al igual que ha ocurrido con todas las teorías que se han ido manejando durante casi un año y la especulación sin fundamentos sobre estos temas, es extremadamente frágil lo que se sustenta en esta ocasión.
‘Ninguna teoría sin fundamentos resistirá por mucho tiempo el escrutinio público y científico, y esta se desmoronará por sí misma, como ha pasado hasta ahora’, afirmó.