Luis Arnoldo Colato Hernández
Educador
Es toda alteración intencionada que se hace a la información con el propósito de difundir noticias falsas y el fin exprofeso de manipular emocional, política y económicamente a la masa, llegando incluso a extorsionarla.
Esta se hace distorsionando aspectos críticos de la misma, dirigiéndose a segmentos particulares de la población que se distingue por ser sumisa a lo afirmado por las mayorías, simplemente por ser afirmado por la mayoría.
Un ejemplo crudo de ello fue la acusación contra Iraq de poseer armas de destrucción masiva sin evidencias, derivando en la segunda invasión por parte de occidente, costando la vida de al menos un millón de civiles iraquíes, como el surgimiento del terrorismo que ahora abate al globo.
Ninguno de los instigadores de aquel injusto conflicto fue jamás castigado, pero, en cambio, las riquezas de Iraq son expoliadas por distintas transnacionales occidentales.
Así para el caso y en el contexto del actual conflicto en Ucrania, los medios occidentales y de aquel país aseguraron que la guarnición establecida en la isla de las serpientes, calló “valerosamente defendiendo hasta el último hombre el honor ucraniano», cuando en realidad la unidad completa se rindió sin disparar un solo tiro, reapareciendo luego en Sebastopol, sanos y salvos, comiendo raciones militares y acusando al ejecutivo de su país de manipular ante los medios su supuesta muerte.
Debemos entender entonces por qué la mediática occidental se vierte de esa manera para presentarnos una versión alterada de los hechos, como cuáles son sus propósitos.
Recordemos que desde hace ocho años y por el golpe de estado promovido por EEUU en aquel país, este vive en caída libre por la rampante corrupción y desinstitucionalización que lo abate, razón ulterior del extremismo nacionalista que domina la política, y que impide abordar y sanear la economía [OSCE].
Durante esos años, Kiev simplemente evadió sus obligaciones para con los acuerdos de Minsk, violando de continúo el cese al fuego con el Donbás, que se separará al no aceptar el golpe suave promovido por EEUU [que reconoce públicamente sin ningún escrúpulo, asegurando que le resultó «relativamente barato»($50, 000, 000.00).
Los medios occidentales intencionalmente ocultan las bajas civiles de la citada región en esos largos ocho años, así como el que las armas obtenidas por Ucrania de occidente han sido derivadas en buena medida a unidades ultranacionalistas neonazis que operan impunemente en el territorio, lo que ha sido verificado por la UE, así como denunciado por Alemania.
Así las cosas, la intención es presentar al gran malo de la película, Rusia, mientras el gran bueno, la víctima llorosa es Ucrania.
Poca cobertura recibió Zelenski el pasado 22 de febrero, cuando amago: “Ucrania debe de nuevo poseer armas nucleares”, en clara alusión amenazante contra Rusia.
Esa amenaza cruzó la línea roja del Kremlin.
La OTAN espera acorralar a Rusia, EE UU confía dominar el mercado de gas en Europa, Ucrania recuperar Crimea y los tres cancelar Sebastopol para la escuadra rusa.
Y esperan que no haya consecuencias.
Solo recordemos esta simple regla: “cuando el río suena…”.