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Cesar Villalona, economista.

Desmontando la narrativa del Diario El Salvador

César Villalona
El Diario El Salvador, vocero del gobierno de Bukele, publicó un artículo donde critica la “venta de oro” realizada durante el Gobierno de Salvador Sánchez Cerén. El artículo tiene 12 párrafos y seis errores. Veamos:
1. Se afirma que “esta operación financiera la realizó el Gobierno efemelenista sin tener un destino específico para el uso de los recursos recibidos por el oro”.
La afirmación es incorrecta. Lo que hizo el Banco Central de Reserva (BCR) fue transformar un activo extremadamente volátil en el precio, como es el oro, por otro activo en títulos valores en dólares más estables, para mantener cubierto el 100% de la Reserva de Liquidez, que es el porcentaje de los depósitos en los bancos comerciales bajo control del BCR.
El BCR explicó la operación en su Memoria de Labores de 2015: “El Banco Central, como parte de una estrategia orientada a reducir la volatilidad de los activos que dan cobertura a la Reserva de Liquidez en la Gestión de las Reservas Internacionales, vendió una proporción significativa de sus tenencias de oro al final del primer trimestre de 2015 (…) el Banco Central determinó que era conveniente mantener solamente cerca del 20% de las tenencias de oro vigentes a diciembre de 2014 y que los fondos percibidos por la operación de venta fueran invertidos en un nuevo portafolio denominado en dólares, como el resto de carteras que cubren la Reserva de Liquidez”.
Ahí se explica el destino de los recursos. Además, fue una decisión correcta, que fortaleció la estabilidad de los activos de cobertura de Reserva de Liquidez, así como la sostenibilidad financiera del BCR y la solidez de su patrimonio.
Como el precio del oro estaba bajando desde hacía varios años, el BCR determinó que si caía por debajo de US$1,100 tendría que colocar deuda por alrededor de $36 millones para evitar una baja en la Reserva de Liquidez. Y si el precio bajaba hasta US$930, la Reserva disminuía en $60.2 millones.
Los recursos obtenidos de la conversión del oro se invirtieron en un nuevo portafolio denominado en dólares, es decir, en otro activo que brindó cobertura a la Reserva de Liquidez del BCR. Del monto total de $205.2 millones, $95.2 millones (46%) fueron invertidos en papeles comerciales emitidos por bancos, $77.0 millones (38%) se invirtieron en certificados de depósito de bancos, $26.0 millones (13%) en depósitos a plazo y $7.0 millones (3%) en papel comercial emitido por una agencia respaldada por el Gobierno de Alemania.
Es importante señalar que la Reserva de Liquidez del BCR sirve para proteger a los ahorrantes, evitar una posible corrida de ahorros y garantizar la estabilidad del sistema financiero. Esa Reserva era de 21% cuando Bukele llegó al Gobierno, o sea, que de cada $100 dólares ahorrados en los bancos el BCR controlaba $21. Hoy está en 11.5%. El BCR la bajó para que los bancos tengan más dinero, le presten al Gobierno y éste les pague a los mismos bancos una parte de lo que les debe. Esa sí es una mala decisión, pues pone en riesgo la estabilidad del sistema financiero.
No es casual que el FMI, institución garante de la banca mundial, esté preocupado por la baja Reserva de Liquidez y le exija al Gobierno que la suba. El medio de prensa oficialista no lo dice pero lo sabe.
2. En el artículo se afirma que “vender las reservas de oro tiene efectos negativos en la economía, como la inflación, la desconfianza y la pérdida de poder adquisitivo, provocando una inflación en las finanzas y una baja significativa en las mediciones de organismos financieros internacionales”.
En ese párrafo hay dos ideas incorrectas. La primera es el supuesto efecto inflacionario de la conversión del oro en dólar que hizo el BCR. Lo cierto es que en aquellos años la inflación se mantuvo baja y controlada. Veamos:
 2015: 1%
 2016: -0.9%
 2017: 2%
 2018: 0.4%
 2019: 0%.
 Promedio: 0.5%
Ese nivel de inflación es bajísimo.  Es en el Gobierno de Bukele que la inflación se ha disparado, sobre todo en 2021 (6.1%) y 2022 (7.3%). En el rubro de alimentos la inflación de esos años fue de 8% y 12%, respectivamente, un nivel muy alto si se compara con los bajos ingresos de la mayoría de la población.
La segunda idea incorrecta es la supuesta baja en las mediciones de organismos financieros. En el Gobierno de Cerén ni se hablaba del Riesgo País, que es el riesgo que tiene un Estado de pagar su deuda. Fue en el Gobierno de Bukele que ese tema se puso en la palestra pública. Hoy El Salvador tiene uno de los mayores riesgos de América Latina, sobre todo por la elevada e incontrolable deuda pública y la falta de transparencia en el manejo de los recursos del Estado.
Cerén dejó la deuda pública en 73% del PIB y Bukele la subió a 90%. La negociación con el FMI es una expresión de la crisis financiera del Estado. El FMI exige reducir gastos y aumentar ingresos a cambio de un préstamo de $1,400 millones. Y Bukele obedeció la orden, pues el presupuesto de 2025 tiene un recorte de gastos de casi $1,200 millones. A 15 de los 16 ministerios se les redujo el presupuesto y miles de personas han sido despedidas. El Diario El Salvador nunca hablará de eso, pero el pueblo sabe que esa es la verdad.
3. En el artículo se dice que “este tipo de operaciones dificultan la obtención de créditos con organismos financieros mundiales”. Se refiere a la conversión de oro en dólares. Pero resulta que no fue así, pues el Gobierno de Cerén no tuvo problemas para obtener financiamiento interno ni externo y la venta de bonos más cara que hizo fue a 8.6% de interés.
Es en el Gobierno de Bukele que la deuda se ha encarecido. El año pasado se vendieron bonos por casi $1,000 millones a 12% de interés y un plazo de pago de 6 años. Y eso se debe, entre otras cosas, a que mientras en el Gobierno de Cerén la deuda pública aumentó en $4,117 millones ($15,691 a $19,808 millones) y se mantuvo en niveles manejables, en el de Bukele creció (hasta noviembre de 2024) en $12,245 millones. La diferencia es abismal. La deuda está en $32,053 millones, la de pensiones no se está pagando y a los organismos financieros internacionales les preocupa que tampoco se pague la deuda externa.
4. El artículo también afirma que “en esa misma semana (de abril de 2015, CV) el Gobierno de Sánchez Cerén también fue autorizado por la Asamblea Legislativa para emitir $900 millones en bonos, para financiar planes de seguridad, programas sociales y pagar intereses de la deuda externa”. En ese párrafo se omite que la Sala de lo Constitucional anuló la venta de esos bonos bajo el alegato de que uno de los diputados que votó no era propietario sino suplente. De manera que los bonos no se vendieron.
5. En el artículo también se dice que “la venta del 80 % de las reservas de oro y la emisión de bonos, fue la antesala a la declaratoria de emergencia económica que el presidente efemelenista decretó en octubre de 2016 (…) ante la falta de liquidez para honrar compromisos de gasto corriente, como el pago de salarios de empleados públicos”.
Ese párrafo tiene dos errores. El primero es la supuesta emisión de bonos, que, como ya vimos, no se hizo. El segundo es la supuesta declaratoria de emergencia por falta de dinero para gastos corrientes.
Lo que sucedió en abril de 2017 (no en 2015) fue que el Gobierno retrasó por 15 días el pago a las AFP por la deuda acumulada desde 2007, cuando los partidos ARENA, PDC y PCN aprobaron el Fideicomiso de Obligaciones Previsionales, que obliga a las AFP a prestarle al Gobierno para que cubra compromisos de pensiones. El retraso se debió a que la Sala de lo Constitucional anuló una reforma a la ley del Fideicomiso que obligaba a las AFP a prestarle al Gobierno el monto que éste tenía que pagarle en mayo de ese año. Ante esa situación, el Gobierno le recortó $54 millones a varias instituciones públicas y pagó. No hubo declaratoria de emergencia ni problemas con los salarios.
Es importante decir que, a diferencia de lo que ocurrió en 2017, el actual Gobierno, que ya duplicó la deuda con el fondo de pensiones (de $5,071 millones a $10,413 millones), decidió no pagarle a dicho fondo ni un centavo durante cuatro años (2023-2026). El impago es de $2,500 millones. Y sobre eso nada dicen los voceros del Gobierno.
Finalmente, el medio de prensa oficialista se enredó en algo muy sencillo. Le duele que se critique la ley que permite la minería metálica porque en el pasado se cambió oro por dólares. Pero es que el Gobierno de Cerén hizo una operación correcta para mantener la cobertura de la Reserva de Liquidez y también prohibió la minería metálica por los graves daños que ocasionaría en el medio ambiente, el agua y la producción de alimentos. Ambas decisiones fueron correctas y no se contradicen.
Una operación mala, y de la que el medio oficialista no dirá nada, fue la que hizo el Gobierno de Bukele en 2023, cuando le ordenó al BCR venderle al Ministerio de Hacienda una moneda del FMI que tenía en sus reservas, llamada Derechos Especialices de Giro, para que Hacienda la vendiera y con los dólares obtenidos (275 millones) pagara deuda de bonos. Utilizar reservas para pagar deuda es una mala decisión y un síntoma de precariedad financiera.

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