La Habana / PL
Fotos Araquém Alcántara
Cuba puso al desnudo mentiras propagadas por el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, y otros sectores sobre la presencia de galenos de la isla en el programa Más Médicos.
Medios de prensa se hacen eco de explicaciones ofrecidas por autoridades de la mayor de las Antillas para rechazar acusaciones de Bolsonaro contra la preparación de los profesionales de la salud cubanos, a quienes ha llegado a llamar ‘esclavos modernos’, su salario y contactos familiares.
En este escenario de hostilidad por parte del presidente electo, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de la isla informó la semana pasada la decisión de no continuar participando en Más Médicos, iniciativa activada en 2013 por la entonces presidenta brasileña, Dilma Rousseff, para llevar la asistencia sanitaria a los más pobres.
De acuerdo con el MINSAP, los colaboradores cubanos reciben el ciento por ciento de sus salarios y aunque no se encuentran en su país, mantienen sus plazas y garantías laborales y sociales.
En Brasil, los integrantes de Más Médicos no reciben salarios, porque no son empleados del sistema de salud local, sino becarios que prestan servicios primarios, en sintonía con la Ley Federal para el programa que en un lustro ha contado con un aporte importante de cerca de 20 mil especialistas cubanos.
El gobierno del país sudamericano no paga salarios a la Organización Panamericana de la Salud, sino que paga por los servicios que esta ha contratado al MINSAP.
Respecto a ese dinero, funcionarios precisaron que los cooperantes que toman la decisión personal de incorporarse a Más Médicos, firman un contrato con el citado ministerio y voluntariamente comparten ingresos para fortalecer el sistema de salud universal y gratuito cubano.
Esta postura solidaria y bien alejada del egoísmo e individualismo no solo la demuestran en Brasil, también en otras naciones que pagan por sus servicios, subrayaron.
Otra de la mentiras de Bolsonaro, muy criticado por el impacto de su hostilidad en los brasileños más pobres (algunos hablan de un apagón de salud para decenas de millones de personas), es que Cuba prohíbe a los colaboradores relacionarse con sus familiares.
De hecho, la mayoría han recibido visitas de seres queridos y mantienen comunicación permanente con ellos; las reglas del programa establecidas por el gobierno de Brasil regulan el acceso y la convivencia de personas ajenas a la iniciativa, comentaron autoridades del sector.
En relación con la preparación, en la isla es categórico el repudio a los cuestionamientos del mandatario electo a la formación de galenos reconocidos a nivel mundial, por los indicadores de salud logrados en la mayor de las Antillas y por el apoyo a más de un centenar de países para que mejoren los suyos.
Bolsonaro condiciona la presencia de especialistas cubanos a la revalidación del título, cuando la Ley del Programa Más Médicos es clara en lo referente al tema.
Los galenos cubanos tienen que someterse a exámenes previos antes de viajar a la nación sudamericana, además de a pruebas periódicas durante su estancia, y no son los únicos exceptuados de la reválida.
Datos del Ministerio de Salud de Brasil refleja que recibieron tal excepción los ocho mil 332 médicos cubanos integrantes del programa y otros 451 de 15 países, entre ellos Austria, Argentina, España, Estados Unidos, Holanda, Portugal y Rusia.
La víspera, funcionarios cubanos adelantaron que se organiza el retorno ordenado de los cooperantes, después de la decisión de no seguir participando en Más Médicos.
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