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Santiago Leiva
@DiarioCoLatino
La indumentaria blanca que la selección de El Salvador utilizó ayer en Vancouver frente a Canadá simbolizó la página en blanco que Ramón “el Primitivo” Maradiaga firmó al frente de la Azul.
Anoche El Salvador se despidió formalmente de la eliminatoria mundialista sin conocer un solo triunfo bajo el mando del estratega hondureño, quien completó 13 presentaciones en blanco.
La despedida fue amarga tanto para “el Primi” como para los integrantes del representativo cuscatleco que, a merced del mal arbitraje, fueron dominados y doblegados por un Canadá táctico y físicamente superior.
Ilusionó nuevamente la Azul (anoche de blanco) en los minutos iniciales, cinco minutos en los que fue amo y señor de las acciones; sin embargo, todo fue un efímero espejismo.
Conforme el juego calentó, los dirigidos por el español Benito Floro ajustaron sus marcas y comenzaron a llevar peligro a la portería defendida por Óscar Arroyo quien tuvo que ir a recoger la pelota al fondo de la red a los 11 minutos.
El tanto, que no debió de contar, llegó en una mala salida de Juan Barahona que estrelló la pelota en la mano de un canadiense y esta botó hasta los botines de Cyle Larin quien, en posición adelantada, colocó el 1-0
La anotación inyectó adrenalina a los norteamericanos que se volcaron y pusieron contra las cuerdas a la oncena cuscatleca. En media hora los representantes de la hoja de maple ya habían creado opciones para ganar con comodidad.
Larin, al ´31, tuvo un mano a mano con Arroyo, pero remató fuera y solo segundos después Ricketts desperdició un gran chance de cabeza. La primera parte se cerró con un remate de Marcel de Jong en el que tuvo que intervenir el meta salvadoreño.
El asedio de los canadienses se mantuvo en el episodio final y el grito de gol no tardó en aparecer. Al ´53 Nickolas Ledgerwood aprovechó un balón que le quedó servido por derecha y decretó el 2-0.
Las penas para la Azul se incrementaron más al ´56, cuando Darwin Cerén vio su segunda cartulina amarilla y fue enviado directamente a las gradas. No obstante la Azul supo reponerse anímicamente y comenzó a hilvanar jugadas.
Así, en el ´78, Gerson Mayén, quien se había reportado en la etapa de complemento, se sacudió una marca por derecha y asistió para a Nelson Bonilla que definió solo frente a Milán Borjan.
Luego, en tiempo agregado, Bonilla tuvo para decretar el 2-2, pero en esta ocasión falló ante el meta canadiense, y en la jugada siguiente Edgar se aprovechó de una posición adelantada para poner cartones definitivos de 3-1.
En este episodio el duelo se puso tenso, pues el resultado también servía de poco a los canadienses que urgían ganar por goleada, para evitar la eliminación. Ambos equipos terminaron con el ceño fruncido.
