TeleSUR
En Colombia, entre lágrimas y los colores verde y rojo propios de la bandera indígena, familiares y allegados del líder asesinado, Fredy Alexander Bomba Campo, le dieron la víspera el último adiós y el sepelio en la vereda Granadillo, en Caldono (norte del departamento del Cauca). El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) y Çxhab Wala Kiwe – Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca – Territorio del Gran Pueblo denunciaron el pasado 26 de julio el asesinato de Bomba Campo y reconocieron su trayectoria como presidente del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) en Caldono, así como exconsejero y autoridad indígena del territorio de Pioyá.
Por su parte, la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos en Colombia hizo un llamado a las autoridades para que se haga justicia por el crimen y pidió que “se fortalezcan las estrategias para proteger a las comunidades, líderes y procesos organizativos” en el Cauca.
También se unió a ese reclamo, a través de un comunicado, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que rechazó y lamentó el homicidio, así como el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), organización que, además, advirtió sobre un “exterminio físico del pueblo nasa”.
Asimismo, por medio de sus redes sociales, la senadora indígena Aida Quilcué reconoció: “Hoy estaría con nosotros Fredy Alexander Campo (…), acompañando la inscripción de candidatos a la Gobernación y Asamblea del Cauca por el Movimiento MAIS. En medio de nuestro profundo dolor, seguimos trabajando para mantener su legado”.
El líder asesinado ya había denunciado amenazas contra su vida y por eso contaba con un esquema de seguridad asignado por la Unidad Nacional de Protección (UNP). No obstante, uno de los miembros del equipo de seguridad resultó herido en el ataque.
Se conoció también que el homicidio sucedió en la tarde del miércoles 26 de julio en la finca Nuevo México, del territorio Nasa Kiwe Thek Ksxa’w, en Santander de Quilichao, donde Bomba Campo fue atacado a tiros por hombres encapuchados en su domicilio, en presencia de su esposa e hijos.