Alfonso Velis Tobar
Estampa de dolor
No me preocupo por Dios
Ayer vi una pobre viejecita tan débil
Soplara un leve viento y bastarían
Las alas de una mariposa
Y podrían derribarla
Me acerqué a mitigar su hambre
Con sus trémulas manos ella
Sacó su rosario su camándula
Me bendice en señal de la cruz
Toca mi frente dice jerigonzas
Que ni entiendo y ensaliva sus dedos
Y vuelve hacer la señal de la cruz
Me basta con lo que tengo nada más
Los sentimientos de la viejecita
Tiernos humildes de ojos llorosos Mar de dolor y amarguras siento
Me basta con lo que tengo
Pienso en aquella viejecita
Vestida en triste desconsuelo
En deterioradas ropas
Es un cristal de lágrimas
Da grisma mirar sus harapos
Desnutrida su noble mirada
Flaca tísica heroína de la miseria
Abruma el corazón y el alma
El poder ríe por no llorar ver su desgracia
¡Que injusta la sociedad del poder!
¡Pero ahí vamos dice la gente!
¡Entre ambiciones y odios de clase!
(¡Es una mierda el capitalismo!)
¡Ente inhumano depredador!
¡Huellas
del tiempo!
Una mujer se asoma a la puerta
Besan mis labios sus ojos de agua
Miran de reojo en tierna fisonomía
Juntos vamos de ojos sordos a oídos ciegos
La quise con sus encantos y maravillas
Descartan mi angustia las discordias
Supuran deslumbrando nuestros poros
En inesperadas incertidumbres
Y a borbollones se enciende la sangre
Estaba escrito vendrían vástagos
Sembrando generaciones y edades
Cicatrizando la fisonomía de Dios
Esta lengua de fuego y de sumos
Esta voz de los gestos familiares
Este anillo herbolario de la muerte
Porque todo se queda y nos vayamos
De una vez por todas lo mismo será
Al que tiene riqueza y otros nada
Porque no nos llevamos nada… nada
¡Pues nada quedará en la tierra
Los jardines de siete colores
A Juan Carlos mi hijo a sus tres años
Porque nosotros vamos sobre la tierra
Aparentemente quieta…
Brilla un crespúsculo azul sobre tu frente
De pronto mi hijo llega a ofrecerme
Agua la cuenca de sus encantadas manitas
Sonríe con inocencia de sus tres años
Luego se va en un solo pie muy cesgadito
Contra el quicio de la puerta saltando
Como chuchito renco o cangurito adolorido
Imaginando cabalgar su caballo de palo
Hay un instante de hojear los libros
Y llenar las paredes de trazos en carboncillo
Sus abstractos murales de varios colores
Al otro día mientras dormía
Dibujaba mis bigotes con crayola
Es algo gracioso perspicaz
El ejemplo es nuestra luz
Nuestra fuerza de mayor torrente
¡Tan pronto vemos por la ventana!
¡Volverán las golondrinas con su verano!
Tan pronto vendrán del oriente a occidente
A las cortas del café y la caña de azúcar
Viendo curioso pasar gitanos por la plaza
Tan pronto agita el viento sus dolamas
Golpeando las ramas del corazón
Tan pronto decline el día venga la lluvia
De nuevo retornan los obreros a la fábrica
Miran los ojos del tiempo que nos come
Son fríos dedos de lipidias pujidos se oyen
…me mira un niño jugando se va ocultando
Muy quedito regresa saltando de nuevo pero
Como chuchito cojo se queda achucuyado
Medio asomando su rostro de reojos el jodido
Hormigas en las piedras entre la hierba fresca
¡Hermano mío el tiempo ya te pesa!
¡A lo lejos envejeciendo con el país querido!
Porque nosotros vamos sobre la tierra
Aparentemente quieta pero no es así
De pronto un pueblo afuera grita desesperado
Violento de una rebeldía en guerra y bombas
Se arriesga a encender la mecha en la calle
Viniendo a mí saltando como chuchito
¡Al fin se puso el sol para asaltar de luz el cielo!
Soledad
desenfrenada
En casa mi mujer peina mis cabellos
Contornea su cuerpo al quicio de la puerta
Yo sigo su sombra a su atrape desnuda
La muerte persigue el primer llanto
La soledad golpea en horas desesperadas
Mientras los pájaros se echan a la fuga
Mientras el naranjo deja caer su otoño
El viento cepilla el dolor de los portales
Saltan las sombras disecadas
Sin techos el hambre se avalancha
Y me importa si el presidente de EEUU
Se quita los zapatos piensa arrasar la noche
El tenebroso silbido de la guerra electrónica
Resquebrajando la sonrisa inocente
Los niños de Siria Irak, Palestina y Afganistán
En juegos con la muerte la guerra del petróleo
Mi mujer peina mis hirsutos cabellos
Mi soledad se disipa ante la penumbra
Del bosque que se marchita mientras
Ladra el perro temeroso oculta su sombra
La soledad en la noche sangra amarguras
Está cambiando el clima todo está cambiando
El tiempo bien acelerado en su espacio sideral
En el cosmos del infinito se pierde mi voz
Vivo mi soledad platico con mi soledad.
La tierra gira a su inimaginable velocidad del sol
Por hoy café libro pluma y mi compañera soledad
Son mi grata compañía vivamos el instante