Alfonso Velis Tobar
¡Huellas
del tiempo!
Una mujer se asoma a la puerta
Besan mis labios sus ojos de agua
Miran de reojo con su fisonomía
Y en ojos sordos hay oídos ciegos
La quise con sus encantos y maravillas
Descartan mi angustia las discordias
Supuran deslumbrando nuestros poros
En inesperados malos rumores
Y a borbollones se enciende la sangre
Estaba escrito vendrían vástagos
Sembrando generaciones y edades
Cicatrizando la fisonomía de los Dioses
Lengua de fuego de “Chaman” de ritos mágicos
Esta voz de los gestos familiares
Este anillo en el herbolario de la muerte
Porque todo se queda
Cuando nos vayamos de una vez
Porque no llevamos nada
¡Nada quedará en la tierra!
Sombras
desesperadas
Sombra ambulante que blasfema soy
Ríe un poco Dios mío sin indiferencias
Alcanzar alegría hasta en mis zapatos
Viene la mañana al asombro de mis ojos
¿Dónde estás tú pálida hembra?
¡Para luego dormir en paz contigo!
¡Dios mío entre congojas y pesares!
Crueles paisajes en desiertos desolados
Y de calcinadas miserias el horror
Esta tierra no ofrece encantos
La gente huye sin olvidar su terruño
Para encontrar las fronteras del sueño
Y mis vecinos se fueron pa’lnorte
Este paisaje de amarguras
Entre crápulas del crimen y el soborno
Entre odios de clase paredes que oyen
Y los muros siguen gritando las consignas
Aquí hemos perdido la paz y la armonía
País triste entre los más violentos del mundo
¡Dios mío oye ¡¡Dios mío oye!
Hay que desechar de raíces lo malo
Todo lo que corrompa desecharlo todo
Desde las mismas simientes colonizadoras
Desesperada sombra de maldad impera
¡Pero mi pueblo ni huérfano ni oprimido!
Es imagen distorsionada de dolor y miedo
¡Quizás mañana los himnos canten!
¡Los sacrificios del júbilo y la gloria de los héroes
La mañana traerá alegría de flores nuevas
(Mi corazón espera ver para contar)
¡Ese gran final asalto al cielo!
¡Elogio a la inmortalidad!
I
A medianoche estoy solo muy solo
Sin ánimos y ninguna grisma de dormir
Pero mi palabra se vuelve punzante
Desata un mar de silencios mi corazón
Y al silbido del viento rompo las puertas
¡Capaces de derribar aquellos molinos!
¡Aquellos andamios ilusorios!
Mi sombra se desvanece
Al reflejo de la luz el infernal trueno
Por otro sitio de la ciudad
Cunde con pánicos la miseria que sonríe
Y el hambre refleja la grotesca mueca
Mirar estas esquinas corroe los ojos
Espectro sollozante de ásperas ojeras
¡De ansias voy a inventar tu cuerpo!
Te conozco desde mis calladas manos
¡Te vuelves huracán de los tormentos!
¡Aah! que tan sola soledad te quisiera!
Lleno de gracia soy menos que
Una brizna de paja entre tus ojos
¡Tú Patria mía en mi exilio distante!
¡Sabes mitigar mis penas y pesares!
Esta mala suerte de tus infiernos temporales!
Atraviesan todo el silencio de esta mañana
¡Cubro mis ojos al dolor del mundo ¡
¡Tú ayer tú historia de estoico pueblo!
¡Sabes soportar sufrimientos y castigos!
Como otro Cristo en su martirio
¿Cuándo serás feliz un día?
Si andan buitres desflorando los ojos
Entre chacales de lobos mercenarios
¡Oh Dios mío! ¡Dios mío ¡¡Santo Dios!
¡Tú Dios mío tienes la culpa de todo
Por haber inventado el pecado!
II
La mañana amaneció de maravillas
Matando este perro insomnio estoy
Alegre optimista lobo estepario soy
¡Solo sin ti nace el crepúsculo a las seis!
(Me voy a mi ejercicio matinal)
Donde se amenaza la existencia
No se piense en la muerte
Que venga cuando quiera
Sueño eterno de vivir este instante
¡Padre mío! ¿Dónde está ese rincón?
¿Ese paraíso terrenal del universo
Donde quizás uno nunca se muera.
Soledad
desenfrenada
En casa mi mujer peina mis cabellos
Contornea su cuerpo al quicio de la puerta
Yo sigo su sombra a su atrape desnuda
La muerte persigue desde el primer llanto
La soledad golpea en horas desesperadas
Mientras los pájaros se echan a la fuga
Mientras el naranjo deja caer su otoño
El viento cepilla el dolor de los portales
Saltan las sombras disecadas
Sin techos el hambre se avalancha
Y me importa si el presidente de EEUU
Se quita los zapatos piensa arrasar la noche
El tenebroso silbido de la guerra electrónica
Resquebrajando la sonrisa inocente
Los niños de Siria Irak, Palestina y Afganistán
En juegos la muerte con la guerra del petróleo
Mi mujer peina mis hirsutos cabellos
Mi soledad se disipa ante la penumbra
Del bosque que se marchita mientras
Ladra el perro oculto temeroso entre la sombra
La soledad en la noche sangra amarguras
Está cambiando el clima todo está cambiando
El tiempo bien acelerado en su espacio sideral
En el cosmos del infinito se pierde mi voz
Vivo mi soledad platico con mi soledad
Del sol a la tierra que gira a
A su inimaginable velocidad