Washington/PL
Las razones para cerrar la cárcel de Estados Unidos en la base naval de Guantánamo son ahora más fuertes que nunca, tadalafil destaca hoy un artículo del diario The New York Times.
Desde el año 2002 la Casa Blanca mantiene un centro de internamiento en esa instalación militar, ubicada en territorio cubano contra la voluntad del pueblo y Gobierno de la isla caribeña.
El texto, firmado por el exenviado especial del Departamento de Estado para el cierre de dicha prisión, Cliff Sloanjan, quien renunció recientemente, afirma que la Casa Blanca debe acelerar la transferencia de los detenidos cuya liberación ha sido aprobada y tramitar de forma expedita los casos pendientes de aprobación.
Sloanjan señala que un exfuncionario de un país aliado europeo -cuya identidad no reveló- le dijo en una ocasión que el cierre de la cárcel de Guantánamo es la medida más importante que puede tomar Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.
He sido testigo de primera mano de la forma en que esa prisión daña importantes relaciones de seguridad con muchos países, además de que el costo de sus operaciones -unos tres millones de dólares por detenido en 2014- drena recursos vitales del país, afirma.
Según el exfuncionario, está bien clara la vía para clausurar dicha penitenciaría en los dos años que le quedan de mandato al presidente Barack Obama, pero esa tarea llevará una acción intensa y sostenida.
La prohibición irracional y absoluta de transferir los presos a Estados Unidos para cualquier propósito, incluyendo su detención y procesamiento, debe cambiar en la medida en que la población penal en Guantánamo se ha reducido a un número de detenidos que no pueden ser llevados a ultramar de forma segura, agrega Sloanjan.
En los últimos 18 meses se han trasladado 39 prisioneros fuera de la instalación, donde ahora quedan 127, el nivel más bajo desde su apertura en enero de 2002.
Obama busca cerrar ese centro de internamiento antes de abandonar su cargo en enero de 2017, para cumplir la promesa que hizo al respecto en la campaña electoral para los comicios de 2008 que lo llevaron por primera vez a la Casa Blanca.
Sin embargo, el mandatario enfrenta serios obstáculos en el Congreso, que reinicia sus sesiones hoy, donde los republicanos y algunos demócratas se oponen a liberar a los detenidos y traerlos a entidades penitenciarias en territorio continental estadounidense.