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Por Ramon Sahmkov/Washington/AFP
Estados Unidos y Venezuela disputan su influencia energética en el Caribe, stuff pero ambas propuestas son complementarias para los países de la región, estimó en Washington el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.
Gonsalves acudió a la Organización de Estados Americanos (OEA) para exponer el pedido del bloque de 15 naciones caribeñas (Caricom) de obtener reparaciones por las consecuencias actuales de la esclavitud en las antiguas colonias británicas.
Petrocaribe, creado en 2005 por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez para suministrar combustibles a 17 naciones del Caribe y Centroamérica en condiciones favorables de pago, es «evidentemente un arreglo excelente» para la región, dijo el mandatario.
«Es una gran contribución a nuestra situación económica», apuntó en una rueda de prensa.
A través de Petrocaribe, los países obtienen años de gracia y bajos intereses para pagar, y la posibilidad de intercambiar el crudo con productos agrícolas.
En la medida en que se profundizan los problemas de la economía de Venezuela, que depende exclusivamente de sus exportaciones petroleras, los países caribeños, sin embargo, enfrentan condiciones más estrictas de pago y menores suministros.
Pero el suministro de hidrocarburos venezolanos se ha mantenido constante en «la mayoría de los países», señaló Gonsalves, precisando que en San Vicente y las Granadinas -que usa esos combustibles para generar electricidad- no se redujeron las importaciones desde Venezuela.
Relaciones «excelentes»
Luego de años ausente, Estados Unidos parece volver a mostrar interés en el Caribe. En una reunión con la Caricom en abril en Jamaica, el mandatario Barack Obama ofreció cooperación para impulsar las energías limpias y la seguridad energética en la región insular, vulnerable a los vaivenes del mercado petrolero.
«Estoy completamente de acuerdo con eso también», dijo Gonsalves sobre las iniciativas estadounidenses, subrayando que las relaciones de San Vicente y las Granadinas tanto con Washington como con Caracas son «excelentes».
Petrocaribe le ha dado réditos políticos a Venezuela en la OEA, aunque recientemente los pequeños países de habla inglesa y francesa agrupados en Caricom se aliaron con Guyana en un diferendo territorial entre Georgetown y Caracas.
«Estados Unidos no podrá -a pesar de los problemas que tenemos aún con Venezuela- persuadir a los países caribeños de no participar en Petrocaribe», dijo Gonsalves.
Según el mandatario, las autoridades estadounidenses no han dicho que buscan «socavar a Petrocaribe» ni han pedido a los países miembros que abandonen el acuerdo.
«Pero sin duda que en su disputa con Venezuela deben tener sus propias preocupaciones estratégicas», afirmó.
Estados Unidos y Venezuela carecen de embajadores desde 2010.
«Injusticia histórica»
En una sesión especial del Consejo Permanente de la OEA, Gonsalves presentó las reparaciones por la esclavitud como un «momento definitorio para el Caribe en el siglo XXI».
Los descendientes de esclavos enfrentan deficiencias en educación y salud que se originan del dominio colonial, dijo, instando al Reino Unido -que gobernó San Vicente y las Granadinas hasta 1969- a tener una «conversación seria» sobre el asunto.
«Tenemos un legado de genocidio nativo y esclavitud africana», señaló Gonsalves, que fue aplaudido en la OEA y respaldado por el secretario general, Luis Almagro.
Para el mandatario, el Reino Unido debe primero emitir una disculpa oficial por las matanzas contra la población nativa y la importación de esclavos africanos, y acordar con las excolonias una propuesta «vinculante» de reparaciones.
«Que nos ayuden a corregir esta injusticia histórica», afirmó.
La Caricom creó en 2013 una comisión para evaluar las reparaciones. Pero Gonsalves admitió que no se ha determinado una suma precisa y que el empeño está apenas empezando.
