Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Después de dos años debido a la pandemia del COVID-19, la parroquia El Calvario, de San Salvador, desarrolló en la calle de La Amargura el primer vía crucis de la Cuaresma 2023, el cual no es solamente un recuerdo ni práctica devocional, sino que debe ser un llamado de atención a los cristianos de hoy, para resaltar la pasión de los pobres que en consonancia con Jesucristo, invitan a encontrar en esas cruces la posibilidad de obtener la propia salvación.
Elder Armando Romero, vicario parroquial de la iglesia El Calvario, de San Salvador, expresó que durante los viernes de Cuaresma a través de la práctica devocional del vía crucis se conmemora la oblación que Jesús ha hecho al Padre para la remisión de todos los pecados; la iglesia reconoce en medio de tantos hermanos, a hombres y mujeres de toda clase y condición que siguen actualizado por medio del sufrimiento, la injusticia y desigualdad, al mártir del Calvario, a Jesús de Nazareth.
“La iglesia no solamente nos recuerda o invita a la meditación de la pasión de nuestro Señor, sino también a cuestionar quiénes son los que ahora actualizan esa pasión de Jesucristo, es un llamado para bajar de la cruz a los nuevos cristos, a los nuevos pobres que actualizan esa pasión. El vía crucis es una práctica devocional muy sentida en Latinoamérica y España, de donde hemos heredado esta expresión de piedad”, dijo.
Romero recordó que el Papa Francisco en su mensaje de Cuaresma invita a reconocer en los últimos a Cristo, porque la entrega y sacrificio de Jesús en el Calvario no es una “historieta” relatada año con año, sino, es la iglesia que se une a su maestro para conmemorar de nuevo y actualizar ese sacrificio redentor.
“Nosotros como parroquia El Calvario queremos resaltar y revitalizar todas estas prácticas piadosas no solo como patrimonio intangible, sino desde la huella del amor de Dios en la historia, y desde aquellos que siguen actualizando la pasión de nuestro Señor Jesucristo. La iglesia nos da la oportunidad de recordar en el sacrificio de amor de Jesús, el sacrificio de tantos hombres y mujeres que siguen ofrendando su vida no solamente desde la cruz y el martirio, sino en el acontecer diario”, enfatizó el religioso.
La costumbre de rezar el viacrucis inició a finales del siglo V, cuando los cristianos en Jerusalén se reunían por la mañana del Viernes Santo a venerar la cruz donde fue crucificado Jesús, esta es una manera de recordar su pasión, revivir con él esos momentos y acompañarlo en los sufrimientos que tuvo en el camino al Calvario. La práctica del ejercicio piadoso del vía crucis tiene una parte central expresada por un pasaje del Evangelio, o tomado de la devota tradición cristiana, que propone durante la Cuaresma, la meditación y contemplación de uno de los momentos importantes de la pasión de Jesús, suele ser acompañado por cantos que lo hacen más solemne.
La Cuaresma invita a poner a Dios por delante, a recuperar el tiempo para escuchar su palabra, es un tiempo de gracia donde la iglesia llama a volver hacia el corazón amoroso del Padre mediante la oración, el ayuno y la caridad.
Ayunar no significa solo renunciar a ingerir alimentos, no se puede olvidar el ayuno del egoísmo, la desconfianza, las falsas seguridades, el odio y la indiferencia; si la oración abre el corazón a las cosas verdaderas y el ayuno enseña a elegir lo que realmente cuenta en la vida, entonces, la caridad es su consecuencia natural.
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia, donde se habla de los cuarenta días del diluvio, los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, los cuarenta días de Moisés y Elías en la montaña, cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública y los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
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