Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Pese a que es una tradición que poco a poco se ha ido perdiendo en el país, malady hay algunas personas que durante el Jueves y Viernes Santo recorren la sexta calle oriente o mejor conocida como calle de La Amargura, viagra ya sea descalzos, a gatas y vendados de los ojos, como una forma de penitencia por algún favor recibido.
Desde tempranas horas los feligreses que deciden hacer la penitencia llegan a la antigua iglesia San Esteban y desde allí recorren 11 cuadras hasta culminar su ofrecimiento a Dios en la iglesia El
Calvario, de San Salvador.
Los devotos ofrecen ese dolor y sufrimiento a Jesús Cautivo en cumplimiento a una promesa: porque Dios curó a un familiar de una enfermedad; porque algún hijo se salvó de morir violentamente; o por haber dejado el vicio del alcohol.
Julio Guzmán salió de la iglesia San Esteban con los ojos vendados y los pies descalzos, ofrece su penitencia porque su hijo de tres años se curó de una enfermedad, llega al atrio de la parroquia El Calvario donde es recibido por los miembros de la Asociación Vía Crucis, quienes le ayudan a subir las gradas hasta llegar a los pies de la imagen de Jesús Cautivo, donde da las gracias a Dios por haber cumplido su promesa.
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