Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Cortinas, cadenas, copitos y toallas elaboradas con papel de china en varios colores y formas, fruta de temporada como jocotes, marañones, mangos, cocos, naranjas y las flores de coyol, adornan el 3 de mayo la tradicional cruz de jiote, colocada en los hogares, templos católicos y algunos lugares de estudio o trabajo.
El Día de la Cruz es una celebración religiosa, consiste en colocar una “cruz de palo de jiote” en el jardín, patio o terrenos donde se cultiva, es adornada con flores y frutas, el ritual consiste en arrodillarse y persignarse, hacer una
pequeña oración al creador para agradecer por los frutos, agarrar el que más le guste y comerlo.
Según la tradición, si un hogar no pone la cruz, en la noche el diablo llega a bailar en sus casas por lo cual, las personas colocan el altar en un lugar especial. Para las comunidades indígenas este día anuncia el inicio de la época lluviosa, el nacimiento de las flores y los frutos regalados por la tierra.
Esta es una tradición resultado de la fusión religiosa entre la celebración española de la Santa Cruz, que recuerda el hallazgo por Santa Elena, de la Cruz de Cristo, y el tributo indígena a la madre tierra y el culto al dios Xipe Tótec. Con esta celebración se busca la bendición de Dios en los hogares y la tierra, para que siempre estén llenos de prosperidad.
Datos históricos señalan que durante el siglo II después de Cristo, Santa Elena buscó y encontró en el Calvario la cruz donde murió Jesús, una vez encontrada, dispuso la división del madero en tres partes, una fue enviada a Roma, otra a Jerusalén y la última a Constantinopla.
Durante el año 700, la parte que pertenecía a Jerusalén fue robada por los persas y devuelta en 1816 por el emperador bizantino Constantino, ese día histórico fue el 3 de mayo y quedó esa fecha como Día de la Cruz.
Otra parte de la historia cuenta que con la aparición de las primeras lluvias, se rendía culto a la fertilidad, a la madre Tierra y a la deidad de Xipe Totec, el culto a este dios se hacía ofreciendo una víctima, cubriéndolo con su piel, como con la lluvia la tierra se cubre con un nuevo manto de vegetación, así era vestido el dios Xipe Totec con la piel de las víctimas.
Previo al Día de la Cruz, en los mercados y diferentes puntos del país se puede encontrar cruces de jiote, elaboradas de forma artesanal y en varios tamaños, así como vistosos adornos y fruta de la temporada, que son colocadas como ofrenda.
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