Diario Co Latino 134 años comprometido con usted
Artículos relacionados
Por: Rolando Alvarenga
Una de las razones por las que el deporte salvadoreño ha venido de más a menos en los últimos años es la falta de investigación periodística profesional. A esto hay que sumarle la falta de constante denuncia en torno a varias cosas que los atletas, entrenadores y dirigentes -incluyendo al INDES y al COES- no hacen bien.
Por intereses personales, comerciales, por amistades, por clavazón en un fútbol (que internacionalmente nunca volverá a ganar algo que valga la pena) y porque a la mayoría le vale un pepino, el deporte olímpico de este país no recibe una cobertura periodística que contribuya a una fiscalización encaminada a levantar su desarrollo y resultados en la alta competencia.
Obviamente, al no existir un acucioso y profesional seguimiento periodístico, la farándula deportiva local no se siente comprometida ni presionada a crecer y dar resultados. Y con el COES como abanderado del turismo deportivo y el INDES subsidiando los tours, Ciclos Olímpicos van y vienen, y el deporte de El Salvador sigue por la misma ruta del Titanic.
Y es que ya no hay vergüenza ni dignidad para rescatar el orgullo por los colores patrios. La muestra, una vez más, la estamos teniendo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, en los que el “team salvadoreño” está dando pena ante una Guatemala que cada vez amplía su diferencia y crecimiento con respecto del resto de países centroamericanos.
Pero el colmo es que acá siempre se gastan el mismo discurso: “Guatemala tiene un mucho mejor presupuesto que El Salvador”. Pero Cuba también tiene un presupuesto relativamente bajo y, aún así, es una potencia más allá de América Latina.
Por tal razón, me pongo a las ordenes de todo aquel que quiera debatir sobre este tema, ya que que en este Día del Periodista mi exhortación y llamado es para que todo el gremio periodístico retome su responsabilidad profesional y se involucre en la cobertura de todo el deporte olímpico.
Con sangre fría y los pies en la tierra, hay que ubicarse en que el fútbol de este país nunca llegará a integrar un “Grupo de la Muerte” y que el deporte olímpico sí tiene un potencial humano que puede llegar a tocar las estrellas. ¡Hagamos la prueba!
*Los conceptos vertidos en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien los presenta.
