La conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se remonta al 17 de octubre de 1987. Ese día más de cien mil personas se congregaron en la plaza del Trocadero, en París, donde en 1948 se había firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos, para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre. Los allí reunidos proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos y afirmaron la necesidad de aunar esfuerzos para garantizar su respeto. Estos principios están inscritos en una losa conmemorativa que se descubrió aquel día y de la que se han hecho replicas en otras partes del mundo.
El 17 de octubre representa, por tanto, una oportunidad para reconocer el esfuerzo y la lucha de las personas que viven en la pobreza, una ocasión para que den a conocer sus problemas y un momento para que ellas mismas sean las primeras en luchar contra la pobreza. En todo el mundo más de 800 millones de personas aún viven con menos de 1.25 dólares al día y muchos carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Este año, se invita a actuar unidos para empoderar a los niños, a sus familias y a sus comunidades para acabar con la pobreza, ya que se cumple el 30 aniversario de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDNU) el 20 de noviembre de 1989. Este importante tratado de derechos humanos establece los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de cada niño, independientemente de su raza, religión o habilidades.
En particular, la convención reconoce el derecho de cada niño a un nivel de vida adecuado para el desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. La pobreza perjudica el desarrollo de los niños, y a su vez conduce a menores ingresos y salud en la edad adulta. Cuando la pobreza infantil se reconoce como una negación de los derechos humanos de los niños, las personas en puestos de responsabilidad y poder están legalmente obligados a promover, proteger y cumplir los derechos de los niños. Sobre todo, es imperativo reconocer y abordar las discriminaciones específicas que experimenta la niña.
CIDEP como parte del colectivo Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza se suma al llamado de la Organización de las Naciones Unidas, y reconoce que este día es importante para renovar el compromiso de lograr el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 1 y una globalización equitativa que beneficie a toda la niñez, sus familias y sus comunidades.